.

.
NAVEGAR SOBRE LAS MANOS

martes, 27 de marzo de 2012

Entonces me consigo convencer de que está bien dibujar nostalgias a estas horas en las que la gente parece ser triste de otra manera, o duermen o hablan por teléfono, hay que convencerse de tantas cosas en estas horas cuando el pasado se hace presente y el presente es tan irreal como la felicidad de cualquiera de ellos, entonces termino escuchando canciones congeladas de miedo o llorando por alguna otra cosa que no es tristeza(quién sabe cuando nos acostumbramos a todo esto, que no es tristeza, de qué forma se podría llamar si al final todo termina siendo lo mismo), si al final salí a la calle a ver ese sol que no termina de salir del todo, pero que me importa si eso termina siendo más facil de aceptar que el hecho de llegar a esta casa y que  tu voz de vuelta entre las cortinas y baile con las sábanas y se me meta por el vestido y salga por mi espalda pero no como una caricia, nunca como un beso antes de dormir, sino más bien como una bofetada, como un corte en la piel que sangra y me termina manchando hasta el pelo y quizás esta tristeza(porque sí, por qué habría que llamarlo de otra forma...)

miércoles, 21 de marzo de 2012

En verdad quien sabe si de verdad dejamos de ser lo que éramos, quién no te dice que seguimos siendo de alguna manera,  a pesar de la distancia,  y los silencios, porque nadie habla, eso es cierto. Quién te dice que no soy yo la que esta noche sueña con vos pero anoche fuiste vos el que lo hizo conmigo y ya nunca lo sabremos porque te moves demasiado lejos de este madrid en el que estoy, porque al final siempre nos quedamos con todos estos papeles en blanco y los recuerdos que se tambalean y estas canciones que alguna vez escuchamos juntos y hoy no son más que una lástima mezcladas con una tristeza infinita que se corrompe y termina por estallar(y no creas que es fácil escribir todo esto).
Quién no te dice que ahora estás huyendo como lo hacías siempre, por eso sería tan difícil traerte hacia aca, hacia mi lado, hacia esta cama donde antes venías sin apenas avisarte, tan difícil siempre traerte hacia todas estas cosas a las que antes venías con tus palabras empapadas en miedo y un poco de ilusión dulce.

martes, 20 de marzo de 2012

Escucho llover pero enrealidad no está lloviendo, de la misma manera que te puedo ver desde una cama desordenada mirandome como escribo mientras fumas y se escucha el llanto de un bebé de la casa de al lado pero no es así, pero yo lo veo, y entonces te levantas y cambias un vinilo que hace rato dejó de girar, por otro, por algun canción llamada "Hello, I am Delaware" y yo creo que te miro de reojo porque enrealidad estoy escribiendo historias que nunca van a pasar ni pasaron(y sigue lloviendo ahi afuera, lo se porque vi señoras con paraguas) pero entonces basta asomar la cabeza al balcón para ver que en realidad no llueve, no hay señoras ni paraguas, y cuando vuelvo a entrar(porque hace frío y eso es real) no estás, no hay nada, simplemente hace frío, como tantas otras veces en las que una se congela y es tan fácil imaginar todas esas cosas una noche como hoy.

viernes, 16 de marzo de 2012

Pero hay tantas cosas de las que ya no se pueden hablar. Sólo nos queda aflijirnos después de tantas discusiones baratas, o las mismas de siempre pero disfrazadas de otra cosa, como un hueco que se rellena cuando siempre estuvo vacío. Pero vos has visto, vos realmente has visto, cuántas veces hemos terminado gritando y tirándonos uno contra el otro las culpas, la bronca, los enojos malcriados una noche cualquiera, entonces vos viste, terminamos siendo dos fantasmas en esta casa que no se pueden tocar, y nos quedamos mirando con una nostalgia que se choca con las peleas y se forma un vacío que termina siendo mas adecuado para dormir que la cama en donde te acabo de dar la espalda antes de irnos a dormir. Y uno se pregunta por qué no es fácil abandonar esta cama, esta casa, darte un portazo en el mismo momento en el que empezas a soñar con una vida feliz.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Te gustaba que cayéramos juntos en esas horas de la madrugada donde todos duermen, que nos deslizáramos sobre el pasado, que nos riéramos del tiempo. Entonces yo ahora escribo todo esto, desde una habitación que despide lástima, pero una lástima dulce, porque anoche mismo estabas entre mis brazos y tocandome el pelo en aquella cafetería solitaria hiciste que otra vez habláramos en silencios que nos dejaban sordos, claro que eso fue despues de que me dijeras que te vas, y por qué no me lo dijiste antes, y por qué tuvo que ser justo en esta noche alegre entre botellas de alcohol y cigarros dulces, por qué hoy, oh ya lo sé, te lo tendría que haber dicho antes, va a ser rara esta ciudad, no sé quizás no, oh sí, sí que será rara, es tan fácil llorar, no nos encontraremos así, lloraré tanto, sabes que lloraré tanto como lo hago ahora mientras escribo esto que vaya uno a saber si leerás, como lloré anoche entre tus brazos en esa cafetería llena de pena y recuerdos del pasado y gente que desayunaba después de haberse divertido tanto.

lunes, 12 de marzo de 2012

I

Vas a abandonar esta ciudad
por otra mas gris y fria
sin recuerdos por las esquinas
sin madrugadas en portales

Vas a abandonar esta ciudad
por otra mas linda y respirable
haciendo recuerdos en otros bares
y madrugadas bajo sábanas

Vas a abandonar esta ciudad
vas a dejar Madrid, vacía
de ilusiones
de borracheras juntos
de nieve caliente

Entonces cuando te vayas
sólo sabré escribir poesía barata
llenar ceniceros 
escribir para no morir tan rápido

Y mientras tanto
escribirás canciones con grietas
se te caerá el café o el whisky
dependiendo de la hora

Encontrarás otras manos 
que te conocerán 
pero nunca más que las mías
Y eso será como un hueco vacío

Te veré donde solía verte
y justo al lado, el desconsuelo, el suplicio,
tu risa, tu pelo, el dolor, las grietas
el pasado, los recuerdos que me peinarán el pelo

Y aún asi, será tan fácil
soñar con tus inefables silencios
tirar los botones de esta camisa 
que ya no desabrocharás

Pero

Está bien que sea así
que nos dolamos así
que sangremos así
que no nos olvidemos como todos

sábado, 10 de marzo de 2012

Y me volvió a pasar, como ayer y como mañana, y seguramente me estaré volviendo loca o pasandome al más allá o cosas así, y quizás no me entenderías si te lo explicara, o quizás me entenderías mejor que nadie, pero sigo viendote, en cada chico que no sos vos y no tiene ni tu pelo ni tus manos pero quizás se mueve como vos a veces o tiene unos pantalones parecidos a los tuyos, y él me mira como diciendo por qué me miras, y yo bajo la mirada sin mirar nada y en realidad lo que quiero ir y decirle lo que te decía a vos, pero es una locura, te imaginás? aunque claro, empezemos por el principio, tambien es una locura todo esto, verte donde no estás, imaginar que sos el que está al lado mío cuando él se llama Pablo quizás y vos Alejandro, y él está al lado mio y casi me roza, y vos estás en el otro lado del mundo, entonces basta, no sos vos, y yo tendría que hacer mate, hacer todas esas cosas que a vos te desesperaban, empezar a escribir algo, empezar a hacer dibujitos grises y amarillos en las hojas de esos cuadernos viejos y olvidar que te busco donde no estás.

martes, 6 de marzo de 2012

Siempre llegaba ese momento en el que empezabas a hablar con los ojos y los silencios, porque tenía que suceder así, porque de alguna maneras las palabras se te escurrían en las manos y acababan en el suelo dando pena, lástima, todas esas cosas que yo veía desde afuera de mi, desde afuera de los dos, desde afuera de estos ojos que hoy te observan. Y a veces te reías cuando sosteniendo una copa de vino me decías que me buscabas en cualquier lugar a donde ibas, en cualquier vagón de metro, en esas calles en las que apenas había gente.

-Pero podría haber sido tan fácil que aparecieras, que yo girara con mi cigarro todavía sin encender porque el viento de esas calles sabes como es de caprichoso, que tu vestido(el de lunares tal vez) bailara de alguna manera y después aparecieras como si algo inevitablemente contiguo a mi te hubiera hecho ir hasta ahí, hasta ese punto donde yo te miraba con mis zapatos mojados y mi cigarro apagado.

Después a veces la ceniza se te caía sobre el pantalón, me producías una mezcla de pena y ternura, de rencor y sexo, todas esas cosas que en esas horas era tan fácil sentir, y después ponías esas canciones tristes que te hacían tan bien, empezabas a cantar y te olvidabas que hace cinco minuto me estabas buscando desesperadamente por esta ciudad que se enfriaba cada vez que caminabas más, te olvidabas de todo esto mientras indiscutiblemente vacío te quedabas dormido sobre mi, sobre todo esto que éramos y que hoy escribo para intentar recordar, o que quizás me invento, hace tanto frío en esta ciudad.