.

NAVEGAR SOBRE LAS MANOS
martes, 27 de marzo de 2012
Entonces me consigo convencer de que está bien dibujar nostalgias a estas horas en las que la gente parece ser triste de otra manera, o duermen o hablan por teléfono, hay que convencerse de tantas cosas en estas horas cuando el pasado se hace presente y el presente es tan irreal como la felicidad de cualquiera de ellos, entonces termino escuchando canciones congeladas de miedo o llorando por alguna otra cosa que no es tristeza(quién sabe cuando nos acostumbramos a todo esto, que no es tristeza, de qué forma se podría llamar si al final todo termina siendo lo mismo), si al final salí a la calle a ver ese sol que no termina de salir del todo, pero que me importa si eso termina siendo más facil de aceptar que el hecho de llegar a esta casa y que tu voz de vuelta entre las cortinas y baile con las sábanas y se me meta por el vestido y salga por mi espalda pero no como una caricia, nunca como un beso antes de dormir, sino más bien como una bofetada, como un corte en la piel que sangra y me termina manchando hasta el pelo y quizás esta tristeza(porque sí, por qué habría que llamarlo de otra forma...)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pocas veces me enamoro leyendo. Encantada de haberte encontrado de casualidad por el mundo twitter. Te seguiré. Un saludo!!!! :)
ResponderEliminarHermoso...y ya suena cansino hacia ti.
ResponderEliminarSaludos, Nahuel.
ES fascinante seguir los impulsos de la melancolía cuando la melancolía tiene baldosas y rasgos tan familiares, tan queridos.
ResponderEliminarTu texto hace estremecer. Gracias por eso.
Besos.
da gusto leerte :)
ResponderEliminarEncantada de encontrarnos por aquí..ya veo que eres una cortazariana adicta. Ya no quedamos muchos. Besos
ResponderEliminarY yo que odio la melancolía y la nostalgia me enamoro cada vez que leo uno de tus textos. Incoherente, ¿verdad?
ResponderEliminarQue manera de narrar más preciosa.
ResponderEliminarMe ha encantado encontrarte de casualidad :)
¡Besos!