.

.
NAVEGAR SOBRE LAS MANOS

martes, 27 de marzo de 2012

Entonces me consigo convencer de que está bien dibujar nostalgias a estas horas en las que la gente parece ser triste de otra manera, o duermen o hablan por teléfono, hay que convencerse de tantas cosas en estas horas cuando el pasado se hace presente y el presente es tan irreal como la felicidad de cualquiera de ellos, entonces termino escuchando canciones congeladas de miedo o llorando por alguna otra cosa que no es tristeza(quién sabe cuando nos acostumbramos a todo esto, que no es tristeza, de qué forma se podría llamar si al final todo termina siendo lo mismo), si al final salí a la calle a ver ese sol que no termina de salir del todo, pero que me importa si eso termina siendo más facil de aceptar que el hecho de llegar a esta casa y que  tu voz de vuelta entre las cortinas y baile con las sábanas y se me meta por el vestido y salga por mi espalda pero no como una caricia, nunca como un beso antes de dormir, sino más bien como una bofetada, como un corte en la piel que sangra y me termina manchando hasta el pelo y quizás esta tristeza(porque sí, por qué habría que llamarlo de otra forma...)

7 comentarios:

  1. Pocas veces me enamoro leyendo. Encantada de haberte encontrado de casualidad por el mundo twitter. Te seguiré. Un saludo!!!! :)

    ResponderEliminar
  2. Hermoso...y ya suena cansino hacia ti.

    Saludos, Nahuel.

    ResponderEliminar
  3. ES fascinante seguir los impulsos de la melancolía cuando la melancolía tiene baldosas y rasgos tan familiares, tan queridos.

    Tu texto hace estremecer. Gracias por eso.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Encantada de encontrarnos por aquí..ya veo que eres una cortazariana adicta. Ya no quedamos muchos. Besos

    ResponderEliminar
  5. Y yo que odio la melancolía y la nostalgia me enamoro cada vez que leo uno de tus textos. Incoherente, ¿verdad?

    ResponderEliminar
  6. Que manera de narrar más preciosa.
    Me ha encantado encontrarte de casualidad :)

    ¡Besos!

    ResponderEliminar