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NAVEGAR SOBRE LAS MANOS

martes, 31 de marzo de 2015

la lenta e impávida continuidad
de un tiempo que escapa
nombres invisibles
que se arrastran por las paredes,
amores(figuras, signos, sonrisas marcadas,
rasguños en el alma, silencio, silencio)
todo eso también sabe gritar  . 
crear la explosión
llorar con el fuego
también aprender a nombrar
lo que no existe
desencadenar el fondo
de las superficies heladas
soplar el contorno de las 
cosas secas
que tiemblan . 

jueves, 26 de marzo de 2015

Al lado del amor la puerta abierta a la caída, al acecho de lo incontenible.

¿Dijiste amor? Bien podrías haber dicho tal vez silencio. Hoy todo ruge y suena y estalla. De repente te ves entero porque lo único que se desintegró fueron las cosas de alrededor.

¿Todavía estás entero? Sentiste alguna vez ese sabor inefable de la vergüenza del desamor y el miedo, el alejarse  de los nombres del terror - susurraste aquella noche inagotable-.

¿El desamor es el amor cansado? No, el desamor es un fantasma sonriendo y no. Y no se puede mirar de frente y abrirle la boca con una hoja ardiendo.

¿El amor te desintegró? Una noche me mirabas en la oscuridad cuando todas las cosas hacían mucho ruido de la cantidad de ese silencio estentóreo que nos envolvía introduciéndonos en ese laberinto opaco y tal vez con salida a algún mundo que no fuera este, porque ya era todo demasiado irreal.

¿Estás soñando? me decías queriéndome tocar con un dedo la decadente dignidad que me quedaba. No puedo estar soñando y tocarte asi. Entonces tu piel atravesaba mi piel y ya no habían mas túneles. No sé nadar... Lloras mucho. No sé respirar. No sé si estoy viviendo o soñándolo todo.
¿Estás vos al lado mío mientras duermo y las manos se me deshacen?
hay momentos
en que escucho tu voz
como un río agonizando
noches en las que tu cabeza
se apoya en mi espalda
como un pájaro mendigando

curame desde lejos
pienso
cuidame del frío
protegeme del frío
de las palabras hechas ausencias
de las ventanas abiertas
del fuego que aúlla

abrazame en la distancia caliente
a través del viento
a través de la pálida resignación
a través de la sangre cristalizada

en la madrugada
pienso y escribo y no
lo digo
curame de los abismos
que salté hace tanto
en el momento mismo que reconocía
tu nombre
sobre todos los muros que construí
(¿construí o destruí?)

pienso
curame esta noche protegeme
para no sentirme sola
aunque no haya nadie
aunque no esté ni yo misma
realmente,
es decir
el vacío
la nada que tiene el sonido
de mi risa

mirame y tocame
apaciblemente
desde dónde estés
dame un poco de tu respiración
a cambio de una muerte
invisible
pero que flota y flota
sin nunca poder caer .


miércoles, 25 de marzo de 2015

yo no elijo ésto
sólo son
tibios peces que caen
del cielo
pájaros abrumados
que nadan 
sin saber
sin querer

sin embargo
yo no opto por ésto
sólo son palabras
que caen
que colisionan
encontrándose
unas con otras
empujándose sin querer
rasguñarse
nadando
por un río 
sin fin
siempre

también el viento esta noche
danzando dulcemente pero cortándome
las manos,
del otro lado alguna orilla
demasiado lejana y demasiado joven
digo
¿pero envejecimos veinte años de golpe?
¿tus ojos son ese huecos que veo 
desde ésta, mi otra orilla, pequeña y arrugada?

tal vez algún día puedas mirar
con los ojos ciegos la herida abierta,
el tiempo hecho piel muerta en las manos 
cansadas de abrazar la forma de una silueta 
cada vez más 
lejos

     (¿silueta? ¿forma? ¿olvido?)

y todo el tiempo que pasó inerte 
bailará sobre tu pelo;
no tendrá mucho sentido
estaré desde el otro lado
escribiendo cómo la lengua mojada y tibia
de un reloj sin duración se modificaba
a velocidades desorbitadas 
mientras tus lágrimas deberían significar
algo parecido a la muerte viva
a la vida muerta
al cansancio de todos los que sienten
en sus manos una dulce danza
infinita y transitoria
como la lluvia que cae ahora
-que no es tu lluvia-
dentro de un tiempo completamente sordo.