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domingo, 18 de noviembre de 2012
La maga dijo que el tiempo era como un bichito que anda y anda, no se equivocaba mucho si hoy le ví una arruga nueva a mamá, si una vez más descubro que mi vida ya no es un tren que no te lleva a ningún lado, si no que es más como un pájaro, que tal vez casi ni sabe volar, que quizás le cortaron las alas(¿pero las alas no re-nacen?), el tiempo, el bichito que anda y anda y sigo siendo igual de soñadora, tratando de escribir los mismos poemas en una servilleta que termina en la basura porque a nadie le importa en realidad, a nadie le importó, la poesía es una mentira, las poesías en servilletas son una mentira, las arrugas y las alas son una mentira. Cuesta respirar cuando es domingo, cuando la manos pesan tanto, cuando no sabes que algún día me enojaré y me ire de casa y volveré unas horas mas tarde con chocolates y lágrimas en la piel, oh no no no no, no sólo en la piel, no sólo lágrimas, no sólo chocolates. A veces sueño que te vas y suena un portazo y de repente salen flores del techo, y unas manos vienen y me cortan el pelo que cae al suelo. Nosé como explicarte, yo colecciono botellas de vidrio rellenas de vacío. Y algunos días donde la muerte escribe sus miedos por las paredes. Y las paredes sonríen. Y yo intento hacer poesía de todo eso, yo intento que entiendas que no quiero que las flores salgan del techo. Quedate. Que el tiempo nos coma la piel, eso ya poco importa si al girarme estás, si ya no hay portazo ni manos que me corten el pelo.
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¡Cómo echaba de menos leerte! A ti y a tu magia.
ResponderEliminarActualizas poco, pero las esperas merecen la pena.
Cómo me gusta venir a leerte, y encontrar esta literatura escondida en este blog que suspira por Cortázar. Mua!
ResponderEliminaresto es tan inexorablemente encantador, desde ese comienzo con ese personaje entrañable de Rayuela. Solo me queda decirte que no tires esas servilletas, envíamelas.
ResponderEliminarSaludos, Nahuel.
eres como el libro pequeño arrugado bonito y amarillento que se encuentra en la última estantería de una librería perdida de una calle oculta, no porque nadie te quiera, si no porque el señor de la librería que sabe de magia y de literatura, es decir, de amor, a pesar de exponerte no quiere que nadie te aleje de el, no quiere perderte, ni que te pierdas, ni arriesgarse a que alguien sin ojos se atreva a leerte. porque no has nacido para eso.
ResponderEliminaryo también te extrañaba, linda, mucho.
En el supuesto caso de que la poesía sea mentira, será siempre una mentira piadosa. Pero yo cada vez estoy más convencido de que es materia de recuerdo, o quizá una intuición de una verdad que se revela, sin dejarse ver del todo...
ResponderEliminarMe dan ganas de deshojar tus para descubrir tu musa...Gracias por tus palabras...Besos
ResponderEliminarCreo que con tus palabras podrías enamorar a la hidra de Lerna.
ResponderEliminarTe echaba de menos, rayuelas-nunca-olvidadas.
Cuesta respirar cuando es domingo... tal cual.
ResponderEliminarUn saludo.