.

.
NAVEGAR SOBRE LAS MANOS

domingo, 11 de diciembre de 2011

Estamos desequilibrados.  Escribimos para nadie.
Llegas a casa y con los mismos ojos cansados que veo cuando te miro, dejas el abrigo y las llaves y buscas desesperadamente esa guitarra.
Tocas acordes vacíos. No lloras. No sabes llorar. No podés llorar por esas cosas que ya están oxidadas. Pero duelen. Están ahi. Los recuerdos te tocan y te besan y te terminan escupiendo. No sabes como empezar a escribir esa canción que nadie va a escuchar.
Mientras haces todo eso yo escribo esto y a lo mejor todo está ocurriendo en el mismo momento y nunca voy a saberlo porque ni siquiera tengo valor para llamarte. Preguntarte si todavia tenés tanto frío. Si vamos a nuestro parque. Si aún nos queremos. Qué has comido hoy. Si tus sábanas siguen frías. Si el café se te volcó sobre esa carta que nunca me escribiste.
Esta historia esta dentro de un triángulo que está dentro de un círculo y nos chocamos con las paredes de todo eso, con lo fácil que sería salir, cruzar la calle, mirar las vitrinas de las tiendas mas viejas de madrid, imaginar como seríamos si hubiéramos nacido en los 70.

A lo mejor ya no tocas la guitarra. Quizás dejaste de componer canciones hace mucho.
Tal vez debería dejar de escribir todo esto y hacerme un té.

3 comentarios:

  1. Yo quiero invitarte a un té con lacitos cada tarde y tocarte el piano para que no estés triste.
    Y darte muchos besos en la nariz.
    Vámonos de paseo, chica mágica :)

    ResponderEliminar
  2. Un té y salir a la calle a ver el sol. Ya vendrán nuevos dibujitos, lo prometo. Estoy haciendo uno que me está gustando mucho, no veo la hora de terminarlo para subirlo.

    ResponderEliminar