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NAVEGAR SOBRE LAS MANOS

lunes, 27 de febrero de 2012

Esta es la historia de un hombre que de tanto pensar se esfumó.
Que se rompía cada noche tratando de adivinar en qué laberinto estaría ella(si es que estaba), en qué camas se dormiría esta noche cuando todos los cigarros se acaban y el miedo empieza a arder(si es que dormiría). Qué vestidos se pondría cuando el sol no quema y las manos se quedan frías(si es que se lo pondría). Cuántas cartas escribiría por las noches cuando suena el teléfono y nadie contesta y el café se derrama sobre palabras inútiles y hojas que terminan siendo algodón, nubes, todas esas cosas que tarde o temprano desaparecen(si es que escribiría). Cuántos hombres tocarían ese pelo que algún día el tocó y que ahora tenía tan lejos(si es que se lo acariciaran). Cuántas lágrimas había derramado en las últimas 48 horas mientras se duchaba y el agua le mojaba las palabras que jamás le dijo a él(si es que todavía lloraba).

Y es que era tan fácil deslizarse por la nada mientras imaginaba a cuántos hombres amó después de él, era tan fácil hacerse humo(polvo, fin) mientras pensaba cuántas veces lo habría olvidado.

5 comentarios:

  1. ser atemporales es un enigma que solo pertenece a nuestra mente mientras nuestros cuerpos nos recuerdan con sopor que los días se alzan y callan.
    lindo texto.

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  2. Me hace feliz que escribas.
    Y que lo hagas tanto se acerca al éxtasis.
    Qué amor eres, pequeña.

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  3. "mientras pensaba cuántas veces lo habría olvidado". Estas confesando que no lo olvido

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  4. He leído unos cuantos textos tuyos y joder, escribes malditamente bien. Te (per)sigo por aquí, y espero seguir llevándome sorpresas.

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