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NAVEGAR SOBRE LAS MANOS

domingo, 12 de octubre de 2014

con un beso por cada vértebra
me despierta
me toca el pelo y me lo enhebra y enreda 
y descose y tira
para hacerme doler 
y que duela 
y que no pare de doler
después por el arrepentimiento insano 
me besa hasta arder
me desnuda y penetra y me hace el amor 
contra un espejo
para aprender a ver
para obligarme a ver(me)

nos enredamos nos laceramos
nos besamos y nos llegamos a amar
un poco
sólo un poco porque ella no sabe 
no quiere 
no aprende

después me hace un café
abre la ventana por dónde entran
viejos y conocidos fantasmas
aturdidos por el resplandor del recuerdo
dolidos por que me atrevo a mirarlos 
y romperlos y desahacerlos
mientras gimo de dolor
y miedo y los ojos
se cierran y se vuelan como las cortinas
como el humo de un cigarro 
que fumaste con el último café
el día que tus ojos eran relámpagos
mientras me decías que la palabra 
nosotros
era demasiado benévola 
para dos diablos como nosotros
que no le correspondíamos


los fantasmas huyen despavoridos
porque no me dejo besar
porque no me dejo tocar
estoy tan sola
pero ella me lee poemas muertos,
muertos irremediablemente 
como ella

y

me agarra la mano con sus fríos dedos
me hace tocar sin miedo
las ruinas de las cosas que ya no existen
-lo infinito nunca va a ser de los humanos-
me dice mientras se ríe y llora fuego

enfin
es ésta
ésta es
mi pobre vida
en la siguiente carta
te cuento la cara que pone 
cuando me abraza tanto que me rompe
los huesos
y se alegra de eso
es tan traviesa
esta soledad
mi amor

hace lo que quiere
ya ves
hace lo que quiere.

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