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NAVEGAR SOBRE LAS MANOS

domingo, 12 de octubre de 2014

De esta lado llueve.
Hasta en la distancia te puedo
ver
dibujar utopías en las paredes
enlazar las mañanas con las noches
para que los días pasen
más rápido
como esos trenes
que llevan la misma gente
con la misma ausencia de vida
en la nuca
en la espalda
en los ojos de todos los
que viajan
en el tiempo
de lo que ya no existe.

Y puedo verte
llorando poesías
sobre las heridas viejas
y las tenues esperanzas
nuevas o renovadas

Y puedo escribirte
desde tus labios
en los que me escondía
cuando afuera no paraba
de llover
o de llorar

Y puedo recordar
el leve tacto de
tus manos
en mi columna
para no caer
de tanta inestabilidad
y me quisiste enseñar
a encontrar y adueñarme
del equilibrio
aunque a veces un libro
se rompía de tanto diluvio
y después se empezaba a recomponer
de a poco
con palabras y comas
porque la vida era eso

renacer y buscarte
dentro del equilibrio
del que ya nada sé
del que nunca supe adueñarme
ni hacerlo parte de mi
como vos hacías
con mi boca y mi sexo

vos que me enseñabas
tanto
y hoy no aprendí nada
porque la lluvia sigue
y de este lado el agua
está por llevarme
tal vez al encuentro
de un equilibrio
inexistente en esta ciudad .



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