ya no más
no ya nunca más
más no
ya no más
el irrenunciable grito
del abatimiento
matutino
no más
ya no
la renuncia impronunciable
de la exasperada puerta
que se abre
para ir al otro lado
para salir
para ver
para ver si podemos ver
para encontrar
o para no hallar
como es
la costumbre.
no más ya no más
el calor de la soledad asfixiante
los pájaros impasibles
de volar
por calles irrecordables
pesadillas
truenos y sangre
no más
ya nunca más
la exacerbación
en las noches
en las livianas noches
que pesan en la nuca
no más
pensar
no más
peso
aquí
adentro
no
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