Corro hacia un poema
que se quedó sin piernas
Pero me espera
Cuando lo alcanzo flota
una voz adentro de él
Ningún amante me puede salvar
Corro en otra dirección
Ese poema tenía piernas
envueltas en ausencias y vidrios.
.
viernes, 19 de diciembre de 2014
martes, 16 de diciembre de 2014
también
los recuerdos
las voces rotas
los miedos
el vuelo interminable
la fugacidad de los días de mi vida
el número 21 el día viernes
las caras de los hombres que maté
-y sobre todo la del que todavía mira y siente y no termina de morir-
también
mi cara
mis noches sin dormir
los gritos del eco de los recuerdos
la frialdad de mi consciencia
el vuelco del amor
las voces que con el tiempo pierden su verdadero sonido
los llantos en el transporte público
el poema que jamás escribiré
pero que llevo dentro sangrando
todo eso
morirá también .
los recuerdos
las voces rotas
los miedos
el vuelo interminable
la fugacidad de los días de mi vida
el número 21 el día viernes
las caras de los hombres que maté
-y sobre todo la del que todavía mira y siente y no termina de morir-
también
mi cara
mis noches sin dormir
los gritos del eco de los recuerdos
la frialdad de mi consciencia
el vuelco del amor
las voces que con el tiempo pierden su verdadero sonido
los llantos en el transporte público
el poema que jamás escribiré
pero que llevo dentro sangrando
todo eso
morirá también .
jueves, 13 de noviembre de 2014
todos los hombres que me quisieron,
ya están muertos y
me acarician desde
el pasado
que es olvido y
es fuego .
te acuerdas tal vez
aquella noche bajo la incesante lluvia
cuando tus ojos revelaban
callados y absortos,
el nombre de todas las personas
que alguna vez te hicieron daño
y a través de las gotas
yo acariciaba el rostro herido
de todas ellas
te acuerdas tal vez
aquella mañana en el Jardín de los poetas
cuando de tu silenciosa boca
brotaba el llanto de la temible espera
que tanto nos había hecho gritar
hace un tiempo atrás
te acuerdas tal vez
tal vez te acuerdas
cuando aquellos ángeles dormidos
llegaron con hachas para cavar
nuestra propia tumba
sin preguntarnos
te acuerdas tal vez te acuerdas
la noche de junio
cuando amanecía miedoso un Madrid sin luz
porque decías con los ojos cerrados,
y el alma abierta
que te ibas
que ya nunca más
que a partir de ahora habríamos de juntar
otras historias llenas de vacío
porque es el único vacío que llena
la vida
te acuerdas tal vez te acuerdas
los nombres escritos con la punta de una llave
en un árbol irrecordable de una ciudad que empezaba
a aprender a respirar, una noche
en la que desapareció todo lo que nos pertenecía
porque ya no encontrábamos más ventanas
para ver resignados todo lo que se iba volando
una noche en la que el viento nos dejó sin ropa
y sin manos.
te acuerdas
cuando únicamente te gustaba fotografiar incendios
de otros tiempos,
haciendo del presente un confuso pasado que sería futuro
porque rápidamente en unos años
nosotros dos
seríamos nada más que
ceniza.
te acuerdas cuando lamías heridas cicatrizadas
que en otro tiempo eran hemorragias
y eso era como revivir un dolor
que queda bajo la piel -decías-
Y yo gritaba exasperadamente,
gritaba tanto que las cortinas volaban y cortaban
tus palabras
y tu frialdad
te acuerdas cuando fuimos a una
montaña una lejana montaña
una montaña fría y oscura
que lloraba más que nosotros
porque tenía escaleras infinitas y nadie
subía y nadie sabía y nadie quería
y nosotros en cambio con los ojos le explicábamos
que nuestras escaleras ya se quebraron
hace un tiempo
te acuerdas tal vez de vez en cuando
te acuerdas
el café con leche de las tardes
el amor de las noches
los abrazos dormidos
de las mañanas
tus 20 años
una noche que llegué a tu casa empapada
un minuto más tarde de las 12 en un taxi que volaba
como un ángel apurado,
y te hice el amor sin importar
sin saber siquiera
que hoy sólo escribiría todo eso
para salvarlo del imponente
olvido.
......
sábado, 8 de noviembre de 2014
Pensaba mucho en vos en esos tiempos, Lílien, vos me creés si te digo que algunas noches no podía dormir pensando en lo que vos estarías haciendo, tal vez cocinando con el delantal que tiene manzanas y peras, el cual odiás pero nunca te comprás otro, o quizá leyendo alguna novela de las tuyas, esas cuya naturaleza es puramente melodramática, esas con las que te rompés de vez en cuando, fingiendo que no, que todo está bien, erróneamente convenciéndote de que la literatura es ficción y que está irremediablemente lejos de vos, es decir, creyendo que vos la leés como desde un escalón que está más arriba, como observando una hormiga desde lo alto, cuando realmente sabés que la hormiga sos vos y que la literatura te empieza a pisar de a poquito, lenta y dulcemente sin terminar de matarte nunca.
es verdad que es tarde
es verdad que lloras
a las 8:00am. en una ciudad
que te llora hace tanto
es verdad que perdiste la noción
de cuánto dura la memoria
cuando por dentro
todo se convierte en madera,
en hastío,
cierto es
que la repugnancia de la frivolidad
de las tardes
convertidas en largos inviernos
te hace vomitar
algún recuerdo
remoto siempre
cuando todo lo que había
alrededor, y a dentro
era acogedor
desahogado
es verdad que limpiaste el cuchillo
a media tarde
con el que pretendías cortar
la palabra amor
ese frágil amor
que ayer mismo te miró en los ojos
clavando su miedo en tu pupila
queriéndote preguntar tantas inquietudes
pero callándose
gritando callándose
como quien no sabe
como quien perdió las palabras
en un cuaderno extraviado
porque estaba adentro de una habitación
de una casa
de un país
también perdidos
convertiste las leves mentiras
en razones malévolas para lanzar
patadas al centro de mi cráneo
digo
no quiero ir más al juzgado
no quiero más verte
así
ahí
pienso
no quiero ir más al cine
no quiero más verte
irrealmente verte
así
ahí
pero yo tan sola
siempre
y hay mucho alrededor y adentro
pero
tan sola siempre
lunes, 3 de noviembre de 2014
-con una mirada quebrada
abandoné ese lugar
tan miserable y trágico para mi-
imposible sostenerme
inútil pensar que con sacudirse basta
inútil pensar que el polvo
es el significado del dolor hecho herida
del amor hecho herida desde el dolor
es la nada
pero
pero aún asi
inventame cada día
aunque estaré tan lejos
tan lejos de vos
y mucho más lejos de mi
y me irás reinventando en un pensamiento
tan onírico y efímero
pero no dejes que sea obsoleta
sosteneme desde lejos
sosteneme viva
llename de aire los pulmones
reinventá el amor
reinventá mis caprichos y mis enojos
pero mucho más mis caricias
que volaban dulcemente
como las cortinas los domingos
y las canciones irrecordables ya,
que a gritos nacían de una habitación
apenas iluminada porque esa ventana
de madera era nítida
y calentaba la habitación de una forma
insoportablemente hermosa.
inventame los vestidos que
realmente no tengo
inventá otros
inventá otros
inventame otro pelo,
no ese que era tan inasequible
para otros
inventame otra luz en la risa
una que sea capaz de desarmarte
cuando la pienses
una luz que te despoja y te desposea
de la risa de antes,
que ya no es viable
porque hace rato se agotó
¿verdad que todo termina por
abolirse al final?
inventame otros gemidos
cuando llegue al edén
al paraíso perdido
incluso,
inventá otro paraíso
porque el que era de repente
es sórdido y lúgubre y lóbrego
inventame otros labios
que en nada se parezcan a éstos
que están ineludiblemente sellados
y marchitos
inventame otros que puedan comerse
tus inseguridades tus inconstancias
tus indecisiones desequilibradas
inventame
reinventame dulcemente
como la delicadeza de
Buonarroti
Buonarroti
pintando el inevitable
Juicio Final
inventame otras manos
que sean capaz de hilar
la irrisoria distancia que nos separará
y que ahora no
que ya nunca más
que ya no más
que ya nunca más
nos podrá aproximar
ya no
dejo abandono desisto
descuido cedo
sucumbo sin contemplación
inventame
porque ya nunca más
volveré a ser
la que fui
la que vos me hiciste ser
la que nunca más
podría volver a ser
viernes, 31 de octubre de 2014
Parte I
podría todavía saber ver tu risa
debajo de todo el cemento
que nos tiraron encima
el eco y la leve línea
de tus labios
finos
como un hilo inquebrantable
que en otro tiempo me traspasó
por la boca y la garganta
el amor
podría todavía ver juguetes apilados
sobre el llanto lejano
de la hija que nunca tuvimos
podría todavia adivinar
cual es tu mano
entre miles
entre miles de manos embarradas
de tantos golpes
a la nada
al aire hueco
que llenaba todo
podría saber por qué calles
extraviadas
está tu voz
la que perdiste hace rato
cuando de repente se convirtió
en un grito inalcanzable
infinito
todavía podría
ver de lejos
en tus lunares
todos los poemas que te escupí
sobre la piel
aquella noche
en la que ya ni sobrevivir
nos salvaba
ver de lejos
en tus lunares
todos los poemas que te escupí
sobre la piel
aquella noche
en la que ya ni sobrevivir
nos salvaba
es miserable
tu vergüenza
mirándome así
desde el otro rincón
de la habitación
mira hacia abajo
suspira
dice
maldice
mira fijo
para aportar ideas erróneas
para autoconvencerse
de que la miserable soy yo
y no.
habrá que abrir
las ventanas
ponerle alas
y darle un beso hecho ceniza
en la espalda
y que no vuelva
que no vuelva más
jueves, 30 de octubre de 2014
creíamos ver
pensábamos acaso ver
un rayo de sol a través
de una persiana a penas
antreabierta
en una habitación
culminante
colmada de plenitud
y deseos envueltos
en el aire
en las manos
en la espalda,
creíamos acaso
que soñar
no era más
que la ilusión
de los días
en los que te veías
incalculablemente extenuado
y solamente te resignabas a ver
un rayo de luz
por la ventana
acaso
apenas
entreabierta.
martes, 28 de octubre de 2014
No tiene mucho sentido hablarte, hablar de vos como el hueco ruidoso que sos dentro de esta casa, hablar de vos como la nube amorfa o como ola que nunca se rompe, digamos, absurdo hablar de vos con todas esas metáforas que te tranquilizaban y te acercaban al mundo, nunca tuvo sentido, imaginate si va a tenerlo ahora, a estas horas, hablar de vos, pequeño pájaro que vive desesperadamente buscando las alas que perdió cuando volar se volvió caida y recaída, vos que terminás siendo un síncope después de tanta cotidianidad y costumbres herméticas y vacías, qué sentido puede tener explicame, que hable de vos, hablar de vos pero desde mi, con tu boca y tus manos en mí, que son las que escriben en esta máquina pero sólo a través de lo que mis ojos vieron cuando el desorden nos separaba a distancias exorbitantes, pero es tan fácil despertarnos de tanto soñar y tanta noche, de esas que son noches desde hace una semana, y pensar, sobre todo pensar que en estos momentos estarás volando incurablemente por las tibias hojas de Paul Éluard y seguidamente por Hesse o Jacques Prévert, y que a lo mejor el café se te volcó sobre tus apuntes de cubismo y Marcoussiss y Blanchard, o quizás arrepintiéndote, de tanto en tanto, de haber comprado esa televisión que vive apagada -porque hace rato perdimos la capacidad de ver- esa en la que veíamos películas suecas que nadie conocía, en las que los amantes hacían el amor mientras nosotros comíamos chocolates con ojos apáticos y escépticos, indiferentes a tanto placer y tanto sexo, porque ya estábamos tan lejos de todo, lejos de la órbita que a veces nos acercaba incandescentemente y nos alejaba y nos volvía acercar extintos, haciendo de todo un big bang, una retención y una huida, un choque y una liberación, un escape, una fuga, una excarcelación de lo todo lo que solíamos ser(y qué solíamos ser.)
Cierto, hoy te quedaste sin manos de tantas despedidas y renuncias, y con ese vacío inevitable intentabas coser alguna mínima esperanza de que algún día el amor sea, el amor llegara a ser, el amor te librara y no te condenara como lo hago yo desde aquí, eterna sentenciadora; Porque era verdad que yo fui la que activó el relámpago que desencadenó todo el incendio. Y cómo explicarte, que sé que a veces te mirás los párpados en el espejo que pesan como el cemento bajo la piel, y sólo ves que hay ceniza exenta y frases por tu habitación que reiteradamente desembocan en lo mismo, en la nada, en la carencia, en el sinsentido de escribir para alguien, de que alguien escriba para nosotros, de que las palabras fluyan y naden por un sinfín de días incoherentes e insensatos, pero vos sabés , de la misma manera que lo se yo, que todo el sinsentido gira en el mismo punto transformándose en una dulce y violenta adherencia, un afinidad, una interminable unión dentro de todo caos.
Cierto, hoy te quedaste sin manos de tantas despedidas y renuncias, y con ese vacío inevitable intentabas coser alguna mínima esperanza de que algún día el amor sea, el amor llegara a ser, el amor te librara y no te condenara como lo hago yo desde aquí, eterna sentenciadora; Porque era verdad que yo fui la que activó el relámpago que desencadenó todo el incendio. Y cómo explicarte, que sé que a veces te mirás los párpados en el espejo que pesan como el cemento bajo la piel, y sólo ves que hay ceniza exenta y frases por tu habitación que reiteradamente desembocan en lo mismo, en la nada, en la carencia, en el sinsentido de escribir para alguien, de que alguien escriba para nosotros, de que las palabras fluyan y naden por un sinfín de días incoherentes e insensatos, pero vos sabés , de la misma manera que lo se yo, que todo el sinsentido gira en el mismo punto transformándose en una dulce y violenta adherencia, un afinidad, una interminable unión dentro de todo caos.
lunes, 27 de octubre de 2014
miércoles, 22 de octubre de 2014
martes, 21 de octubre de 2014
ya no más
no ya nunca más
más no
ya no más
el irrenunciable grito
del abatimiento
matutino
no más
ya no
la renuncia impronunciable
de la exasperada puerta
que se abre
para ir al otro lado
para salir
para ver
para ver si podemos ver
para encontrar
o para no hallar
como es
la costumbre.
no más ya no más
el calor de la soledad asfixiante
los pájaros impasibles
de volar
por calles irrecordables
pesadillas
truenos y sangre
no más
ya nunca más
la exacerbación
en las noches
en las livianas noches
que pesan en la nuca
no más
pensar
no más
peso
aquí
adentro
no
domingo, 12 de octubre de 2014
con un beso por cada vértebra
me despierta
me toca el pelo y me lo enhebra y enreda
y descose y tira
para hacerme doler
y que duela
y que no pare de doler
después por el arrepentimiento insano
me besa hasta arder
me desnuda y penetra y me hace el amor
contra un espejo
para aprender a ver
para obligarme a ver(me)
nos enredamos nos laceramos
nos besamos y nos llegamos a amar
un poco
sólo un poco porque ella no sabe
no quiere
no aprende
después me hace un café
abre la ventana por dónde entran
viejos y conocidos fantasmas
aturdidos por el resplandor del recuerdo
dolidos por que me atrevo a mirarlos
y romperlos y desahacerlos
mientras gimo de dolor
y miedo y los ojos
se cierran y se vuelan como las cortinas
como el humo de un cigarro
que fumaste con el último café
el día que tus ojos eran relámpagos
mientras me decías que la palabra
nosotros
era demasiado benévola
para dos diablos como nosotros
que no le correspondíamos
los fantasmas huyen despavoridos
porque no me dejo besar
porque no me dejo tocar
estoy tan sola
pero ella me lee poemas muertos,
muertos irremediablemente
como ella
y
me agarra la mano con sus fríos dedos
me hace tocar sin miedo
las ruinas de las cosas que ya no existen
-lo infinito nunca va a ser de los humanos-
me dice mientras se ríe y llora fuego
enfin
es ésta
ésta es
es ésta
ésta es
mi pobre vida
en la siguiente carta
te cuento la cara que pone
cuando me abraza tanto que me rompe
los huesos
y se alegra de eso
es tan traviesa
esta soledad
mi amor
hace lo que quiere
ya ves
hace lo que quiere.
De esta lado llueve.
Hasta en la distancia te puedo
ver
dibujar utopías en las paredes
enlazar las mañanas con las noches
para que los días pasen
más rápido
como esos trenes
que llevan la misma gente
con la misma ausencia de vida
en la nuca
en la espalda
en los ojos de todos los
que viajan
en el tiempo
de lo que ya no existe.
Y puedo verte
llorando poesías
sobre las heridas viejas
y las tenues esperanzas
nuevas o renovadas
Y puedo escribirte
desde tus labios
en los que me escondía
cuando afuera no paraba
de llover
o de llorar
Y puedo recordar
el leve tacto de
tus manos
en mi columna
para no caer
de tanta inestabilidad
y me quisiste enseñar
a encontrar y adueñarme
del equilibrio
aunque a veces un libro
se rompía de tanto diluvio
y después se empezaba a recomponer
de a poco
con palabras y comas
porque la vida era eso
renacer y buscarte
dentro del equilibrio
del que ya nada sé
del que nunca supe adueñarme
ni hacerlo parte de mi
como vos hacías
con mi boca y mi sexo
vos que me enseñabas
tanto
y hoy no aprendí nada
porque la lluvia sigue
y de este lado el agua
está por llevarme
tal vez al encuentro
de un equilibrio
inexistente en esta ciudad .
Hasta en la distancia te puedo
ver
dibujar utopías en las paredes
enlazar las mañanas con las noches
para que los días pasen
más rápido
como esos trenes
que llevan la misma gente
con la misma ausencia de vida
en la nuca
en la espalda
en los ojos de todos los
que viajan
en el tiempo
de lo que ya no existe.
Y puedo verte
llorando poesías
sobre las heridas viejas
y las tenues esperanzas
nuevas o renovadas
Y puedo escribirte
desde tus labios
en los que me escondía
cuando afuera no paraba
de llover
o de llorar
Y puedo recordar
el leve tacto de
tus manos
en mi columna
para no caer
de tanta inestabilidad
y me quisiste enseñar
a encontrar y adueñarme
del equilibrio
aunque a veces un libro
se rompía de tanto diluvio
y después se empezaba a recomponer
de a poco
con palabras y comas
porque la vida era eso
renacer y buscarte
dentro del equilibrio
del que ya nada sé
del que nunca supe adueñarme
ni hacerlo parte de mi
como vos hacías
con mi boca y mi sexo
vos que me enseñabas
tanto
y hoy no aprendí nada
porque la lluvia sigue
y de este lado el agua
está por llevarme
tal vez al encuentro
de un equilibrio
inexistente en esta ciudad .
viernes, 10 de octubre de 2014
lunes, 6 de octubre de 2014
ahora
ahora que
la silueta de tus dedos
inexistentes
me tocan y me hacen vomitar
el frío despiadado que besa tu soledad
al final de cada día
al principio de cada noche
ahora que
tus ojos me miran
desde un lugar
tan lejos
que se vuelve cerca
es decir,
adentro mío,
pero no sangran ese
color verde
que solían lloverse un tiempo atrás
ahora que
tus piernas dejan de caminar
para elevar vuelo
y mirar desde arriba
del techo de mi habitación
los suplicios los gritos
los desgarros de mi nombre
que se rompe y se rehace
para volver a reconocerme.
ahora que
tus pequeños dientes
quieren comerse las putas conciencias
de los creadores de aviones
pero las paredes de los aeropuertos
se están cayendo
mi amor
el tiempo se está deshaciendo
entre tu boca y mi lengua
mordida indefinidamente por esa vejez
que nos llegó anoche
de repente
adentro de tu auto
en donde la lluvia empezaba a entrar
como conmovida por la mierda de escena
patética y triste que estábamos tejiendo
con mocos y lágrimas y las voces
las lúgubres voces que decían
no puedo verte más
no puedo comerme más tus ganas
de querer romper todo el desorden caótico
que reina en mi vida desde los 12
no quiero verte no puedo verte
nos quedamos ciegos hace rato
ebrios de tanta cielo herido
no quiero ser tu vida
tu pobre vida
si vos querés volar y vas a volar
vaya si vas a volar,
en madrid vas a encontrar otros muros que
romper y que arreglar para volver a romper y volver a arreglar
y amar finalmente
- y una canción decía que en otra vida
tal vez
tal vez vamos a encontrarnos mi amor-
y yo quería que la lluvia te inundara
y te dejara sin respiración
porque no te merecías más
que una muerte lenta y dolorosa
y lacerante y lamentable
por ser asi
por decir asi
por ser
por decir
por
glup glup
ahora que
la silueta de tus dedos
inexistentes
me tocan y me hacen vomitar
el frío despiadado que besa tu soledad
al final de cada día
al principio de cada noche
ahora que
tus ojos me miran
desde un lugar
tan lejos
que se vuelve cerca
es decir,
adentro mío,
pero no sangran ese
color verde
que solían lloverse un tiempo atrás
ahora que
tus piernas dejan de caminar
para elevar vuelo
y mirar desde arriba
del techo de mi habitación
los suplicios los gritos
los desgarros de mi nombre
que se rompe y se rehace
para volver a reconocerme.
ahora que
tus pequeños dientes
quieren comerse las putas conciencias
de los creadores de aviones
pero las paredes de los aeropuertos
se están cayendo
mi amor
el tiempo se está deshaciendo
entre tu boca y mi lengua
mordida indefinidamente por esa vejez
que nos llegó anoche
de repente
adentro de tu auto
en donde la lluvia empezaba a entrar
como conmovida por la mierda de escena
patética y triste que estábamos tejiendo
con mocos y lágrimas y las voces
las lúgubres voces que decían
no puedo verte más
no puedo comerme más tus ganas
de querer romper todo el desorden caótico
que reina en mi vida desde los 12
no quiero verte no puedo verte
nos quedamos ciegos hace rato
ebrios de tanta cielo herido
no quiero ser tu vida
tu pobre vida
si vos querés volar y vas a volar
vaya si vas a volar,
en madrid vas a encontrar otros muros que
romper y que arreglar para volver a romper y volver a arreglar
y amar finalmente
- y una canción decía que en otra vida
tal vez
tal vez vamos a encontrarnos mi amor-
y yo quería que la lluvia te inundara
y te dejara sin respiración
porque no te merecías más
que una muerte lenta y dolorosa
y lacerante y lamentable
por ser asi
por decir asi
por ser
por decir
por
glup glup
sábado, 4 de octubre de 2014
"¿Qué película te gustaría ver?
¿Qué canción te gustaría oír?
Esta noche no tengo a nadie
a quien hacerle estas preguntas.
Me escribes desde una ciudad que odias
a las nueve y media de la noche.
cierto, yo estaba bebiendo,
mientras tú oías a Bach y pensabas volar. "
Y porque también era de esa manera, en donde se crecía y decrecía a partes iguales, donde el pasado ya no tenía más manos para agarrarnos los miedos del presente, donde tus ojos ya no tenían la capacidad de amoldarse a mi ansiedad, donde ya no había más agua en esta habitación que pudiera apagar todo ese fuego que salía de tu boca y tus palabras - mojadas y absorbidas inevitablemente por la exasperación que te manejaba y te llevaba siempre hacia el otro lado contrario a mi, siempre a ese otro lado donde te levantás por las mañanas cuando irremediablemente es la noche, pero uno busca el sol sabiendo, sabiendo que por algún lado debe estar aunque todo lo que nos rodea es ausencia y un grito hueco de la oscuridad que nos dice que no, que tal vez algún día, pero hoy no.
Tal vez era cierto que habían llegado a ese inexorable punto en que el amor no era más que un pájaro que volaba - ahora en otra dirección, siempre en otra dirección - y que estaban en esa transición que comenzaba en el inicio del conocimiento de otras manos y otros ojos y otros infiernos donde nos habríamos de perder, donde nos habríamos de perder y de encontrar como en los ojos de antes, los de siempre, los que ya no son nuestros ni los de siempre y que vagan en la nada, que se convierten en ese humo que se mete por los ojos y por la boca haciendo zigzag por adentro, comiéndonos los pulmones y las vértebras, tan parecido a la muerte, a la muerte que con el tiempo nos hace revivir y tal vez poder girarnos y mirar al pasado con el desprecio y la lástima características de los que nos perdemos constantemente y no sabemos hacer otra cosa más que dolernos y revivirnos a través de los días y la piel de las cosas que ya no existen.
martes, 21 de enero de 2014
Hace mucho que la poesía se me escapa de los dedos,
de esta máquina negra y abatida que sólo recibe
poesía hecha de mentiras, o de verdades irrecordables,
como tu voz cuando amanecías entre
esas sábanas donde tantas veces derramamos miedos,
y flores secas y caramelos,
y cartas de hace tiempo, dónde te decía que pronto,
que algún día.
ahora vos derramás la felicidad, pero de mala manera,
la malgastás porque sos un chiquilín,
de tus ojos ahora sale una especie de líquido negro,
como lágrimas enojadas o tristes,
o las dos cosas, quizás derramás poesía sin saberlo
pero yo lo escribo, y no tiene mucho sentido.
vos seguís hablando de muerte,
vos te seguís yendo lejos y casi
que no llego a alcanzarte, aunque eso
pasa desde hace tiempo, que vos pasás una línea
y pretendés que vaya detrás, que corra y llegue y muera como vos.
pero no quiero,
pero por qué no me dejas acá con estos libros,
viejos, de escritores viejos, de poesía vieja
y desteñida, pero vos no entendés nada de literatura.
y dijiste que a mi me encanta hablar de amor y
de dolor, que miento, que en mis ojos algunas noches
viste un monstruo, uno que vos creaste
pero hace tanto mi amor,
pero hace tanto que ese monstruo está,
aunque tampoco tiene mucho sentido.
ahora estás un poco anestesiado,
yo un poco adolorida, llena de odio y rencor,
porque por vos no escribí mas, porque la literatura es para los desgraciados,
pero ya ves donde estoy, a donde he vuelto, a donde vuelvo siempre,
a estas palabras, huecas, rotas, llenas de ratas y líquido negro.
pero vos no entendés de literatura.
de esta máquina negra y abatida que sólo recibe
poesía hecha de mentiras, o de verdades irrecordables,
como tu voz cuando amanecías entre
esas sábanas donde tantas veces derramamos miedos,
y flores secas y caramelos,
y cartas de hace tiempo, dónde te decía que pronto,
que algún día.
ahora vos derramás la felicidad, pero de mala manera,
la malgastás porque sos un chiquilín,
de tus ojos ahora sale una especie de líquido negro,
como lágrimas enojadas o tristes,
o las dos cosas, quizás derramás poesía sin saberlo
pero yo lo escribo, y no tiene mucho sentido.
vos seguís hablando de muerte,
vos te seguís yendo lejos y casi
que no llego a alcanzarte, aunque eso
pasa desde hace tiempo, que vos pasás una línea
y pretendés que vaya detrás, que corra y llegue y muera como vos.
pero no quiero,
pero por qué no me dejas acá con estos libros,
viejos, de escritores viejos, de poesía vieja
y desteñida, pero vos no entendés nada de literatura.
y dijiste que a mi me encanta hablar de amor y
de dolor, que miento, que en mis ojos algunas noches
viste un monstruo, uno que vos creaste
pero hace tanto mi amor,
pero hace tanto que ese monstruo está,
aunque tampoco tiene mucho sentido.
ahora estás un poco anestesiado,
yo un poco adolorida, llena de odio y rencor,
porque por vos no escribí mas, porque la literatura es para los desgraciados,
pero ya ves donde estoy, a donde he vuelto, a donde vuelvo siempre,
a estas palabras, huecas, rotas, llenas de ratas y líquido negro.
pero vos no entendés de literatura.
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