quizás la vida es eso
gente esperando,
muriendo como se muere
cuando la espera te convierte
en cosas que no querés ser,
cuando el espanto de las cosas irreales
se te sumerge en las venas y te queda
esa cara que detestás,
y hace frío y
te mojás los zapatos,
hasta el teléfono sangra,
y tu voz a lo lejos
es como una utopía,
el pétalo de un jazmín
que sonríe y se rompe a la vez.
.
viernes, 21 de diciembre de 2012
sábado, 1 de diciembre de 2012
Entonces reías, reíamos
y llovía,
y besé tus ojos que tenían ese sabor
de la infancia
y soplabas mi garganta de madera
haciéndola terciopelo,
y te buscaba cuando cerraba los ojos y sabía
que detrás de tu boca se abría otro mundo
y estábamos atados desde la espalda
hasta los pulmones
y torturábamos a la muerte
y nos gustaba.
y llovía,
y besé tus ojos que tenían ese sabor
de la infancia
y soplabas mi garganta de madera
haciéndola terciopelo,
y te buscaba cuando cerraba los ojos y sabía
que detrás de tu boca se abría otro mundo
y estábamos atados desde la espalda
hasta los pulmones
y torturábamos a la muerte
y nos gustaba.
domingo, 18 de noviembre de 2012
La maga dijo que el tiempo era como un bichito que anda y anda, no se equivocaba mucho si hoy le ví una arruga nueva a mamá, si una vez más descubro que mi vida ya no es un tren que no te lleva a ningún lado, si no que es más como un pájaro, que tal vez casi ni sabe volar, que quizás le cortaron las alas(¿pero las alas no re-nacen?), el tiempo, el bichito que anda y anda y sigo siendo igual de soñadora, tratando de escribir los mismos poemas en una servilleta que termina en la basura porque a nadie le importa en realidad, a nadie le importó, la poesía es una mentira, las poesías en servilletas son una mentira, las arrugas y las alas son una mentira. Cuesta respirar cuando es domingo, cuando la manos pesan tanto, cuando no sabes que algún día me enojaré y me ire de casa y volveré unas horas mas tarde con chocolates y lágrimas en la piel, oh no no no no, no sólo en la piel, no sólo lágrimas, no sólo chocolates. A veces sueño que te vas y suena un portazo y de repente salen flores del techo, y unas manos vienen y me cortan el pelo que cae al suelo. Nosé como explicarte, yo colecciono botellas de vidrio rellenas de vacío. Y algunos días donde la muerte escribe sus miedos por las paredes. Y las paredes sonríen. Y yo intento hacer poesía de todo eso, yo intento que entiendas que no quiero que las flores salgan del techo. Quedate. Que el tiempo nos coma la piel, eso ya poco importa si al girarme estás, si ya no hay portazo ni manos que me corten el pelo.
lunes, 15 de octubre de 2012
Hicimos el amor en el medio de una canción que sólo decía que algún día seríamos viejos, un poco antes de dibujar utopías en las paredes de tu habitación porque la realidad era demasiado irreal y demasiado caliente, y daba igual que lloviera porque el agua no se llevaba nada, porque todo se quedaba entre vos y yo, entre el dolor y la felicidad efímera de aquellos días en los que ser joven dolía. Alguna vez se cayó una motito de juguete del mueble de atrás del respaldo de la cama y te reíste mientras gemías y la perfección era eso, y no pudo decírtelo, cómo, de qué manera podría.
..one day baby we'll be old.. oh baby we'll be old, claro que sí, claro que sí bichito, pero mientras tanto yo me acuerdo de esa noche que te pusiste a temblar en la cama porque te habías metido andá a saber cuantos antidepresivos en el baño de aquel bar triste, mientras yo lloraba, y parecías muerto de a ratos, muerto entre tanta lágrima viva y tanta noche por delante, muerto y abrazado a mi como si el amor pudiera salvarte de esas pastillas blancas. Esa noche quizás envejecimos 40 años de golpe, oh no.. no te gustaría leer todo esto, odias la palabra envejecer, y ahora que escribo desde una cama en la que realmente ya nadie tiembla ni parece muerto imagino tu voz callada gritando por dentro que querés ser eterno, eternamente joven, con tu amor y tus gemidos y tus pastillitas antidolor y abrazados siempre en una cama con sábanas negras, haciendo el amor, y da igual que se caigan las motitos, o la tristeza en la piel, o en los ojos o en tu pelo y tu forma de hablar mientras afueras las gotas caían sin llevarse esa realidad.
..one day baby we'll be old.. oh baby we'll be old, claro que sí, claro que sí bichito, pero mientras tanto yo me acuerdo de esa noche que te pusiste a temblar en la cama porque te habías metido andá a saber cuantos antidepresivos en el baño de aquel bar triste, mientras yo lloraba, y parecías muerto de a ratos, muerto entre tanta lágrima viva y tanta noche por delante, muerto y abrazado a mi como si el amor pudiera salvarte de esas pastillas blancas. Esa noche quizás envejecimos 40 años de golpe, oh no.. no te gustaría leer todo esto, odias la palabra envejecer, y ahora que escribo desde una cama en la que realmente ya nadie tiembla ni parece muerto imagino tu voz callada gritando por dentro que querés ser eterno, eternamente joven, con tu amor y tus gemidos y tus pastillitas antidolor y abrazados siempre en una cama con sábanas negras, haciendo el amor, y da igual que se caigan las motitos, o la tristeza en la piel, o en los ojos o en tu pelo y tu forma de hablar mientras afueras las gotas caían sin llevarse esa realidad.
miércoles, 30 de mayo de 2012
De cualquiera manera había que abrazarse a la esperanza, aunque eso casi nunca signifique nada, pero a veces por las noches era fácil dormir pensando que quizás, que algún día en algún lugar. Y yo no te decía eso, yo no podía decirte eso si ahora ya no habrían mas encuentros(yo era muy ilusa, y lo sabías y te callabas casi siempre.). Aunque después del horror a veces miraba en tus ojos alguna respuesta lo bastante convincente para asegurarme que también pensabas, que quizás, que algún día en algún lugar. Y así te ibas perdiendo de a poquito en esas calles en las que casi siempre te terminabas perdiendo, mientras yo me iba en la otra dirección, siempre la otra dirección, en cualquier calle llena de olvido efímero, caminando sobre calles rotas en las que llorar a veces parece lo más apropiado.
domingo, 27 de mayo de 2012
Hablaste de soledad
después de haberte suicidado
enfrente de una ventana
que tenía forma de hoja
(o tal vez una máquina de escribir)
Limpiaste las telarañas
que estaban sobre el pelo
de todos los hombres a
los que tal vez,
tal vez alguna vez quise
Empezaste vomitando
el desayuno y las flores
y las noches cuando aún
dormiamos en camas diferentes
Entendías que mi infierno
empezó a los 12 años
que a veces el pasado
estaba, no,
no, no entendías tal vez.
Yo escribí lloré
sobreviví
a tu miedo a enjevecer y
querer morir joven
cuando vivir parece un
cigarro, cuando
parece humo, cuando
deja de parecer todo eso
y sólo te queda muerte
en las paredes de la habitación
y dolor en las manos
y distancia en el alma
y amor en una carta
que llegó del otro lado del mundo.
después de haberte suicidado
enfrente de una ventana
que tenía forma de hoja
(o tal vez una máquina de escribir)
Limpiaste las telarañas
que estaban sobre el pelo
de todos los hombres a
los que tal vez,
tal vez alguna vez quise
Empezaste vomitando
el desayuno y las flores
y las noches cuando aún
dormiamos en camas diferentes
Entendías que mi infierno
empezó a los 12 años
que a veces el pasado
estaba, no,
no, no entendías tal vez.
Yo escribí lloré
sobreviví
a tu miedo a enjevecer y
querer morir joven
cuando vivir parece un
cigarro, cuando
parece humo, cuando
deja de parecer todo eso
y sólo te queda muerte
en las paredes de la habitación
y dolor en las manos
y distancia en el alma
y amor en una carta
que llegó del otro lado del mundo.
martes, 22 de mayo de 2012
Aunque claro tampoco podría llamarte y explicarte por qué me subí a este vagón, por qué a esta hora, de la misma manera que tampoco sería fácil de explicar(sabes bien como me cuestan estas cosas) que si el destino hiciera su trabajo y las casualidades se pusieran de acuerdo para que ocurran esos encuentros en la siguiente estación, quizás podrías subir al mismo vagón en el que estoy yo, pero ya ves, ya han pasado dos estaciones y no apareciste en ninguna, pero podría haber sido tan fácil, y quizás ahora mientras yo juego a esto, a este juego sufrible e inútil, este juego en el que espero siempre porque casi siempre es simple a estas horas, meterte al primer vagón y esperar, aunque enrealidad no espero nada, espero cosas que no tendría que esperar, pero eso casi nunca se piensa con la cabeza caliente y las manos frías como cuando me subo después de observar que faltan 2 minutos para que llegue mi vagón, en ese momento una no puede pensar que esperamos para nada, que te espero para nada, o para todo pero que al final da lo mismo, realmente no importa porque es difícil que llegue a la siguiente estación y se abran las puertas y de repente aparezcas, que aparezca tu silueta, tu pelo, y tus ojos que seguramente me verían y tampoco entenderías el por qué.
Pero a estas alturas preguntar por qué es tan incoherente, tan sinsentido como este juego, y hacer todos los días la misma rutina a la misma hora en la misma ciudad, sabiendo que no aparecerás, sabiendo que quizás te subiste a otro vagón mucho más lejos que este, sin saber, siempre sin saber que en alguna otra estación yo todavía espero que las puerta se abran y aparezcas, y al fin sucedan esos encuentros que nunca ocurren.
Y entonces en otra estación que ya no es la de antes, el cartel avisa nuevamente que el tren está por entrar a la estación, que tendré que agarrar mi bolso y mi abrigo como tantas otras veces y caminar hasta entrar, ver que no estás, sentarme y seguir mirando(quién sabe..), y así es como siempre estoy esperando(el tiempo, un vagón, un amor o unas manos) y después de que las puertas se abran entro con la ilusión dulce pero mentirosa e irreal de quien sabe que no encontrará lo que busca, de que no te subirás nuevamente en la siguiente estación como tampoco te subiste en las demás.
Y así sucede, así de esta manera realmente sucede que me subo a ese vagón y te veo con la mirada perdida y esperándome, observando que esta vez las puertas se abrieron y yo si estoy ahí, que no tendrás que esperar a ver qué ocurre en la siguiente estación.
Pero a estas alturas preguntar por qué es tan incoherente, tan sinsentido como este juego, y hacer todos los días la misma rutina a la misma hora en la misma ciudad, sabiendo que no aparecerás, sabiendo que quizás te subiste a otro vagón mucho más lejos que este, sin saber, siempre sin saber que en alguna otra estación yo todavía espero que las puerta se abran y aparezcas, y al fin sucedan esos encuentros que nunca ocurren.
Y entonces en otra estación que ya no es la de antes, el cartel avisa nuevamente que el tren está por entrar a la estación, que tendré que agarrar mi bolso y mi abrigo como tantas otras veces y caminar hasta entrar, ver que no estás, sentarme y seguir mirando(quién sabe..), y así es como siempre estoy esperando(el tiempo, un vagón, un amor o unas manos) y después de que las puertas se abran entro con la ilusión dulce pero mentirosa e irreal de quien sabe que no encontrará lo que busca, de que no te subirás nuevamente en la siguiente estación como tampoco te subiste en las demás.
Y así sucede, así de esta manera realmente sucede que me subo a ese vagón y te veo con la mirada perdida y esperándome, observando que esta vez las puertas se abrieron y yo si estoy ahí, que no tendrás que esperar a ver qué ocurre en la siguiente estación.
lunes, 21 de mayo de 2012
Ellas se fueron a unas ciudades donde no las espera nadie, y da lo mismo Bristol que París, que aqui sigue siendo otra cosa, la cosa de siempre, y aquí sí que no espera nadie, y vaya a saber uno si alguna vez alguien esperó, a veces suena un tango, y veo la tumba de Cortázar por la televisión, y te escribo desde un domingo de despedidas, de lluvias de verdades falsas, y sabés, es tan fácil de repente volver, reiterar en las viejas costumbres y las viejas calles, en el barrio de la infancia, tener 10 años otra vez, y entonces te das cuenta de que argentina queda tan lejos como tantas otras cosas que ya desde donde estamos no se ven, que a veces(y siempre no sólo a veces) somos como olas, soy una ola que en realidad ya no está en ninguna parte, esperando como todos los que sólo saben dormir con esa nostalgia y después despertarte con esa melopea de tiempo que avanza y no vuelve y si volviera tampoco serviría de mucho, ah si, y claro que vos tambien te desesperás desde la ciudad en la que estás, en la que lees esto como un anhelo, desde la misma cosas de siempre, desde la misma noche en la que sin poder dormir, seguramente pensás que también nos verán a nosotros dentro de un tiempo en una tumba. Y vos tan lejos y yo tan sola. Y el tiempo que sigue avanzando y nosotros siempre obstinados en pensar en antes, en otro tiempo, en otro tiempo antes que este, muchisimas horas antes que esta, hace muchos días antes que este, muchas noches antes que esta, antes de escribirte esta carta, aunque no te la mande y sólo sea algo inútil que quizas con el tiempo también deje de existir.
"Tu perfume olvidado como una carta puesta boca abajo en la mesa."
"Tu perfume olvidado como una carta puesta boca abajo en la mesa."
sábado, 19 de mayo de 2012
Entonces puede que me suba al ascensor, te recuerde leyendo cosas horribles de un libro horrible de hace tiempo, y sonrías.
Puede que salga a la calle y recuerde tu forma de llorar.
Puede que pase por un supermercado(librería o farmacia) y recuerde, siga recordando cosas irrecordables, como cuando jugábamos a ser desconocidos en el metro, discutir de mentira, hacer drama delante de todos y después volver a casa y disimular que no había pasado nada, que ya no éramos otros, que ya no apagábamos las luces para dejar de ver tanto miedo confuso en las paredes(y en los huesos, y en tu pelo, y en tus ojos que dejaron de mirar hace tanto, y lo sabes, y lo escribo porque lo sabes, y lo escribo porque no quiero saberlo.)
Puede que llegue a la siguiente calle, recordarte cuando llego a la puerta de un antiguo teatro que cerró hace tiempo, pero que aún conserva carteles de una obra que en otro tiempo empezaba a las 20.00 de la tarde, aún hay carteles, y quién se para a verlos si están llenos de polvo, por eso es fácil recordarte, por eso ando como un fantasma por esta ciudad, por eso es fácil dejar la casa y salir, ver el destrozo y la desolación adentro de un vagón de metro donde nadie mira y en realidad nadie quiere mirar de la misma manera que yo escribo sin querer escribir, sin querer que leas, sin querer que te vayas de la misma manera que un día tampoco quise que vinieras, pero cómo me podías entender si vos pensabas que cada paso que dábamos era un salto, pero cómo dar saltos sin saber saltar.
Y así irremediablemente se llega al hundimiento y se abre un cuaderno para dibujarte con palabras, para escupirte con recuerdos y quererte desde la más terrible vulnerabilidad, pero cómo podría explicarte si ahora mismo debes estar siendo todo eso que jamás fuiste, pobre de vos lindo, loco lindo que ibas y venias sin poder gritar bajo tres kilos de cemento en la nuca. Pero quizás todavía vas dando saltos por ahi, y yo todavía te escribo en pleno desplome, en pleno desmoronamiento, un cataclismo que te recuerda cruzando un puente, una calle, cruzando cualquier muro infranqueable hasta llegar a mi.
Puede que salga a la calle y recuerde tu forma de llorar.
Puede que pase por un supermercado(librería o farmacia) y recuerde, siga recordando cosas irrecordables, como cuando jugábamos a ser desconocidos en el metro, discutir de mentira, hacer drama delante de todos y después volver a casa y disimular que no había pasado nada, que ya no éramos otros, que ya no apagábamos las luces para dejar de ver tanto miedo confuso en las paredes(y en los huesos, y en tu pelo, y en tus ojos que dejaron de mirar hace tanto, y lo sabes, y lo escribo porque lo sabes, y lo escribo porque no quiero saberlo.)
Puede que llegue a la siguiente calle, recordarte cuando llego a la puerta de un antiguo teatro que cerró hace tiempo, pero que aún conserva carteles de una obra que en otro tiempo empezaba a las 20.00 de la tarde, aún hay carteles, y quién se para a verlos si están llenos de polvo, por eso es fácil recordarte, por eso ando como un fantasma por esta ciudad, por eso es fácil dejar la casa y salir, ver el destrozo y la desolación adentro de un vagón de metro donde nadie mira y en realidad nadie quiere mirar de la misma manera que yo escribo sin querer escribir, sin querer que leas, sin querer que te vayas de la misma manera que un día tampoco quise que vinieras, pero cómo me podías entender si vos pensabas que cada paso que dábamos era un salto, pero cómo dar saltos sin saber saltar.
Y así irremediablemente se llega al hundimiento y se abre un cuaderno para dibujarte con palabras, para escupirte con recuerdos y quererte desde la más terrible vulnerabilidad, pero cómo podría explicarte si ahora mismo debes estar siendo todo eso que jamás fuiste, pobre de vos lindo, loco lindo que ibas y venias sin poder gritar bajo tres kilos de cemento en la nuca. Pero quizás todavía vas dando saltos por ahi, y yo todavía te escribo en pleno desplome, en pleno desmoronamiento, un cataclismo que te recuerda cruzando un puente, una calle, cruzando cualquier muro infranqueable hasta llegar a mi.
jueves, 17 de mayo de 2012
nunca me hicieron estudiar Cortázar
en el colegio, ahi empezaron
mis desgracias.
aunque después vino todo lo demás, los poetas muertos y las noches infinitamente rotas(te fue fácil irte sin arreglar nada), y tal vez el café que nunca mas te hice, las rodillas sucias que no se podían mantener en pie y esas sábanas después de hacer el amor que no significaban nada. Claro que a veces camino por estas calles creyendo que me fui lejos y no soy más que el fantasma de algo que fue, pero que ya no, que ya no soy esa que va por ahi caminando con un vestido relleno de olvido por todos lados, por decadencia y un poco de ruina y caos y todas esas palabras que escribiste en aquella pared mientras los extranjeros te fotografiaban creyendo que no te dolía, creyendo que porque hacía sol uno ya podía sonreír y seguir, y dejar de escribir la palabra vacío.
"qué fácil escupir palabras desde tu fragilidad rota que a veces sonríe y yo nose bien qué hacer."
en el colegio, ahi empezaron
mis desgracias.
aunque después vino todo lo demás, los poetas muertos y las noches infinitamente rotas(te fue fácil irte sin arreglar nada), y tal vez el café que nunca mas te hice, las rodillas sucias que no se podían mantener en pie y esas sábanas después de hacer el amor que no significaban nada. Claro que a veces camino por estas calles creyendo que me fui lejos y no soy más que el fantasma de algo que fue, pero que ya no, que ya no soy esa que va por ahi caminando con un vestido relleno de olvido por todos lados, por decadencia y un poco de ruina y caos y todas esas palabras que escribiste en aquella pared mientras los extranjeros te fotografiaban creyendo que no te dolía, creyendo que porque hacía sol uno ya podía sonreír y seguir, y dejar de escribir la palabra vacío.
"qué fácil escupir palabras desde tu fragilidad rota que a veces sonríe y yo nose bien qué hacer."
martes, 8 de mayo de 2012
yo que te hablo y miro
desde el pasado
yo que te llamo y te grito
por si apareces
por si estás sentado en ese
banco donde tantos esperan
yo que escupo ruinas por la boca
mientras vuelvo a preguntarte
por si escuchas
por si te giras hacia atrás
y me ves desde ahi escribiendo todo esto.
porque el fantasma de lo que algún día
fuimos
hoy me sirve el café
hoy me peina el pelo y
me obliga a escribir
para nadie
siempre para nadie
porque todos se quedaron
ciegos y mudos y
muertos.
desde el pasado
yo que te llamo y te grito
por si apareces
por si estás sentado en ese
banco donde tantos esperan
yo que escupo ruinas por la boca
mientras vuelvo a preguntarte
por si escuchas
por si te giras hacia atrás
y me ves desde ahi escribiendo todo esto.
porque el fantasma de lo que algún día
fuimos
hoy me sirve el café
hoy me peina el pelo y
me obliga a escribir
para nadie
siempre para nadie
porque todos se quedaron
ciegos y mudos y
muertos.
viernes, 27 de abril de 2012
Lo escribo. Porque hoy es lo único que se puede hacer o decir o leer desde otros ojos que no son los míos para no gritar más. Ni siquiera lo escribo en realidad. Lo hablo. Te hablo de que coleccionas muchos inviernos bajo tus abrigos(y bajo los ojos y bajo las rodillas) y pocos(muy pocos) lunares en la espalda. No sabes llorar(no te llamas Horacio, pero no sabes llorar), ahora te observo desde lejos(casi no te veo) por eso hablo y no escribo, quién sabe si se escucha desde ese otro lado(si lo escuchas llamame). Un día dijiste que estabas atrás mío pero no podía verte, y ahora soy yo la que está detras inventando en tu espalda(que enrealidad no está aqui porque no estás aqui, porque ni siquiera estoy yo aquí) un lenguaje que tenga un poco más de sentido que todas las cosas que nunca escribí en las cartas sucias que te di despues de una noche volando entre nuncas y siempres que al final querían decir quién sabe que al final quería decir algún día(algún día es una expresión de mierda que termina significando nada. Y ahi termina el círculo). Todavía hay una taza de café que se sigue desparramando en tu almohada desde hace años y mientras ocurre todo eso se escucha una canción que pusiste un día en mis manos y tambien se termina por estrellar contra las paredes de tus palabras y de tus manos que ahora mismo quizás tocan una guitarra que no escucho(porque estás lejos y lo sabemos. Muy clarito lo sabemos).
Joy division le hace el amor a tu recuerdo mientras yo escribo palabras que mañana solo serán otro vacío que borrar(cómo si pudiéramos, cómo si supiéramos). No aprendimos casi nada (no aprendimos nada) y sin embargo intentamos coser una adolescencia, esa donde soñábamos que serías un cantante de un grupo de rock y yo una escritora reconocida que escribiría mentiras en libros y verdades en tu cama(o tal vez era al reves). Y no cumplimos nada. Por aquí solo hay velas(y sólo iluminan una maleta llena de fotos que nunca hicimos), promesas que ahora me dan la mano y me secan lágrimas(y por qué me dan la mano).
jueves, 5 de abril de 2012
A mi también me duele el tiempo.
A mi también me duelen los huesos cuando me doy cuenta que hoy somos recuerdos oxidados, que somos sólo la humedad. Sé también que te duele, como me duele a mi, que la gente solo sepa quedarse sentada en una silla con la luz apagada y los recuerdos bailando en círculos alrededor de una desilución vacía y una tristeza que hace estallar las ventanas. A mi también me duele(y me corta y me ahoga) saber que tu cama es otra cama, que tu amor es otro amor, que hoy estás lejos y que me imaginas despues de hacer el amor con otra mientras yo me miro en un espejo con unas lágrimas desafinadas y descordinadas que ya no saben hacia dónde ir, mientras estoy bajo sábanas tratando de descrifrar todas esas palabras que solo puedo escribir y gritar, o mientras camino por una calle apenas iluminada que termina siendo como una escena de un teatro falso y lleno de polvo al que la gente va sólo por los recuerdos o porque en otro tiempo pasaban obras magníficas, y ahora el polvo. Ahora sólo el polvo y el fracaso se juntan y terminan siendo como barro, como un pozo sin fondo en el que ya nadie te escucha porque a nadie le importan los pozos de los demás ni la profundidad y mucho menos la razón por la que uno decide caer así. Y también debería hablarte del miedo entre el pelo y las piernas, de la soledad definitiva que viene de vez en cuando cuando tu foto del cajon aparece entre la ropa y me aseguro de que aún esperas, de que aún estás del otro lado, en algún otro lado esperando, esperando siempre como en algún otro tiempo cuando las rodillas no se nos desequilibraban de esta manera.
A mi también me duelen los huesos cuando me doy cuenta que hoy somos recuerdos oxidados, que somos sólo la humedad. Sé también que te duele, como me duele a mi, que la gente solo sepa quedarse sentada en una silla con la luz apagada y los recuerdos bailando en círculos alrededor de una desilución vacía y una tristeza que hace estallar las ventanas. A mi también me duele(y me corta y me ahoga) saber que tu cama es otra cama, que tu amor es otro amor, que hoy estás lejos y que me imaginas despues de hacer el amor con otra mientras yo me miro en un espejo con unas lágrimas desafinadas y descordinadas que ya no saben hacia dónde ir, mientras estoy bajo sábanas tratando de descrifrar todas esas palabras que solo puedo escribir y gritar, o mientras camino por una calle apenas iluminada que termina siendo como una escena de un teatro falso y lleno de polvo al que la gente va sólo por los recuerdos o porque en otro tiempo pasaban obras magníficas, y ahora el polvo. Ahora sólo el polvo y el fracaso se juntan y terminan siendo como barro, como un pozo sin fondo en el que ya nadie te escucha porque a nadie le importan los pozos de los demás ni la profundidad y mucho menos la razón por la que uno decide caer así. Y también debería hablarte del miedo entre el pelo y las piernas, de la soledad definitiva que viene de vez en cuando cuando tu foto del cajon aparece entre la ropa y me aseguro de que aún esperas, de que aún estás del otro lado, en algún otro lado esperando, esperando siempre como en algún otro tiempo cuando las rodillas no se nos desequilibraban de esta manera.
martes, 27 de marzo de 2012
Entonces me consigo convencer de que está bien dibujar nostalgias a estas horas en las que la gente parece ser triste de otra manera, o duermen o hablan por teléfono, hay que convencerse de tantas cosas en estas horas cuando el pasado se hace presente y el presente es tan irreal como la felicidad de cualquiera de ellos, entonces termino escuchando canciones congeladas de miedo o llorando por alguna otra cosa que no es tristeza(quién sabe cuando nos acostumbramos a todo esto, que no es tristeza, de qué forma se podría llamar si al final todo termina siendo lo mismo), si al final salí a la calle a ver ese sol que no termina de salir del todo, pero que me importa si eso termina siendo más facil de aceptar que el hecho de llegar a esta casa y que tu voz de vuelta entre las cortinas y baile con las sábanas y se me meta por el vestido y salga por mi espalda pero no como una caricia, nunca como un beso antes de dormir, sino más bien como una bofetada, como un corte en la piel que sangra y me termina manchando hasta el pelo y quizás esta tristeza(porque sí, por qué habría que llamarlo de otra forma...)
miércoles, 21 de marzo de 2012
En verdad quien sabe si de verdad dejamos de ser lo que éramos, quién no te dice que seguimos siendo de alguna manera, a pesar de la distancia, y los silencios, porque nadie habla, eso es cierto. Quién te dice que no soy yo la que esta noche sueña con vos pero anoche fuiste vos el que lo hizo conmigo y ya nunca lo sabremos porque te moves demasiado lejos de este madrid en el que estoy, porque al final siempre nos quedamos con todos estos papeles en blanco y los recuerdos que se tambalean y estas canciones que alguna vez escuchamos juntos y hoy no son más que una lástima mezcladas con una tristeza infinita que se corrompe y termina por estallar(y no creas que es fácil escribir todo esto).
Quién no te dice que ahora estás huyendo como lo hacías siempre, por eso sería tan difícil traerte hacia aca, hacia mi lado, hacia esta cama donde antes venías sin apenas avisarte, tan difícil siempre traerte hacia todas estas cosas a las que antes venías con tus palabras empapadas en miedo y un poco de ilusión dulce.
Quién no te dice que ahora estás huyendo como lo hacías siempre, por eso sería tan difícil traerte hacia aca, hacia mi lado, hacia esta cama donde antes venías sin apenas avisarte, tan difícil siempre traerte hacia todas estas cosas a las que antes venías con tus palabras empapadas en miedo y un poco de ilusión dulce.
martes, 20 de marzo de 2012
Escucho llover pero enrealidad no está lloviendo, de la misma manera que te puedo ver desde una cama desordenada mirandome como escribo mientras fumas y se escucha el llanto de un bebé de la casa de al lado pero no es así, pero yo lo veo, y entonces te levantas y cambias un vinilo que hace rato dejó de girar, por otro, por algun canción llamada "Hello, I am Delaware" y yo creo que te miro de reojo porque enrealidad estoy escribiendo historias que nunca van a pasar ni pasaron(y sigue lloviendo ahi afuera, lo se porque vi señoras con paraguas) pero entonces basta asomar la cabeza al balcón para ver que en realidad no llueve, no hay señoras ni paraguas, y cuando vuelvo a entrar(porque hace frío y eso es real) no estás, no hay nada, simplemente hace frío, como tantas otras veces en las que una se congela y es tan fácil imaginar todas esas cosas una noche como hoy.
viernes, 16 de marzo de 2012
Pero hay tantas cosas de las que ya no se pueden hablar. Sólo nos queda aflijirnos después de tantas discusiones baratas, o las mismas de siempre pero disfrazadas de otra cosa, como un hueco que se rellena cuando siempre estuvo vacío. Pero vos has visto, vos realmente has visto, cuántas veces hemos terminado gritando y tirándonos uno contra el otro las culpas, la bronca, los enojos malcriados una noche cualquiera, entonces vos viste, terminamos siendo dos fantasmas en esta casa que no se pueden tocar, y nos quedamos mirando con una nostalgia que se choca con las peleas y se forma un vacío que termina siendo mas adecuado para dormir que la cama en donde te acabo de dar la espalda antes de irnos a dormir. Y uno se pregunta por qué no es fácil abandonar esta cama, esta casa, darte un portazo en el mismo momento en el que empezas a soñar con una vida feliz.
miércoles, 14 de marzo de 2012
Te gustaba que cayéramos juntos en esas horas de la madrugada donde todos duermen, que nos deslizáramos sobre el pasado, que nos riéramos del tiempo. Entonces yo ahora escribo todo esto, desde una habitación que despide lástima, pero una lástima dulce, porque anoche mismo estabas entre mis brazos y tocandome el pelo en aquella cafetería solitaria hiciste que otra vez habláramos en silencios que nos dejaban sordos, claro que eso fue despues de que me dijeras que te vas, y por qué no me lo dijiste antes, y por qué tuvo que ser justo en esta noche alegre entre botellas de alcohol y cigarros dulces, por qué hoy, oh ya lo sé, te lo tendría que haber dicho antes, va a ser rara esta ciudad, no sé quizás no, oh sí, sí que será rara, es tan fácil llorar, no nos encontraremos así, lloraré tanto, sabes que lloraré tanto como lo hago ahora mientras escribo esto que vaya uno a saber si leerás, como lloré anoche entre tus brazos en esa cafetería llena de pena y recuerdos del pasado y gente que desayunaba después de haberse divertido tanto.
lunes, 12 de marzo de 2012
I
Vas a abandonar esta ciudad
por otra mas gris y fria
sin recuerdos por las esquinas
sin madrugadas en portales
Vas a abandonar esta ciudad
por otra mas linda y respirable
haciendo recuerdos en otros bares
y madrugadas bajo sábanas
Vas a abandonar esta ciudad
vas a dejar Madrid, vacía
de ilusiones
de borracheras juntos
de nieve caliente
Entonces cuando te vayas
sólo sabré escribir poesía barata
llenar ceniceros
escribir para no morir tan rápido
Y mientras tanto
escribirás canciones con grietas
se te caerá el café o el whisky
dependiendo de la hora
Encontrarás otras manos
que te conocerán
pero nunca más que las mías
Y eso será como un hueco vacío
Te veré donde solía verte
y justo al lado, el desconsuelo, el suplicio,
tu risa, tu pelo, el dolor, las grietas
el pasado, los recuerdos que me peinarán el pelo
Y aún asi, será tan fácil
soñar con tus inefables silencios
tirar los botones de esta camisa
que ya no desabrocharás
Pero
Está bien que sea así
que nos dolamos así
que sangremos así
que no nos olvidemos como todos
sábado, 10 de marzo de 2012
Y me volvió a pasar, como ayer y como mañana, y seguramente me estaré volviendo loca o pasandome al más allá o cosas así, y quizás no me entenderías si te lo explicara, o quizás me entenderías mejor que nadie, pero sigo viendote, en cada chico que no sos vos y no tiene ni tu pelo ni tus manos pero quizás se mueve como vos a veces o tiene unos pantalones parecidos a los tuyos, y él me mira como diciendo por qué me miras, y yo bajo la mirada sin mirar nada y en realidad lo que quiero ir y decirle lo que te decía a vos, pero es una locura, te imaginás? aunque claro, empezemos por el principio, tambien es una locura todo esto, verte donde no estás, imaginar que sos el que está al lado mío cuando él se llama Pablo quizás y vos Alejandro, y él está al lado mio y casi me roza, y vos estás en el otro lado del mundo, entonces basta, no sos vos, y yo tendría que hacer mate, hacer todas esas cosas que a vos te desesperaban, empezar a escribir algo, empezar a hacer dibujitos grises y amarillos en las hojas de esos cuadernos viejos y olvidar que te busco donde no estás.
martes, 6 de marzo de 2012
Siempre llegaba ese momento en el que empezabas a hablar con los ojos y los silencios, porque tenía que suceder así, porque de alguna maneras las palabras se te escurrían en las manos y acababan en el suelo dando pena, lástima, todas esas cosas que yo veía desde afuera de mi, desde afuera de los dos, desde afuera de estos ojos que hoy te observan. Y a veces te reías cuando sosteniendo una copa de vino me decías que me buscabas en cualquier lugar a donde ibas, en cualquier vagón de metro, en esas calles en las que apenas había gente.
-Pero podría haber sido tan fácil que aparecieras, que yo girara con mi cigarro todavía sin encender porque el viento de esas calles sabes como es de caprichoso, que tu vestido(el de lunares tal vez) bailara de alguna manera y después aparecieras como si algo inevitablemente contiguo a mi te hubiera hecho ir hasta ahí, hasta ese punto donde yo te miraba con mis zapatos mojados y mi cigarro apagado.
Después a veces la ceniza se te caía sobre el pantalón, me producías una mezcla de pena y ternura, de rencor y sexo, todas esas cosas que en esas horas era tan fácil sentir, y después ponías esas canciones tristes que te hacían tan bien, empezabas a cantar y te olvidabas que hace cinco minuto me estabas buscando desesperadamente por esta ciudad que se enfriaba cada vez que caminabas más, te olvidabas de todo esto mientras indiscutiblemente vacío te quedabas dormido sobre mi, sobre todo esto que éramos y que hoy escribo para intentar recordar, o que quizás me invento, hace tanto frío en esta ciudad.
-Pero podría haber sido tan fácil que aparecieras, que yo girara con mi cigarro todavía sin encender porque el viento de esas calles sabes como es de caprichoso, que tu vestido(el de lunares tal vez) bailara de alguna manera y después aparecieras como si algo inevitablemente contiguo a mi te hubiera hecho ir hasta ahí, hasta ese punto donde yo te miraba con mis zapatos mojados y mi cigarro apagado.
Después a veces la ceniza se te caía sobre el pantalón, me producías una mezcla de pena y ternura, de rencor y sexo, todas esas cosas que en esas horas era tan fácil sentir, y después ponías esas canciones tristes que te hacían tan bien, empezabas a cantar y te olvidabas que hace cinco minuto me estabas buscando desesperadamente por esta ciudad que se enfriaba cada vez que caminabas más, te olvidabas de todo esto mientras indiscutiblemente vacío te quedabas dormido sobre mi, sobre todo esto que éramos y que hoy escribo para intentar recordar, o que quizás me invento, hace tanto frío en esta ciudad.
lunes, 27 de febrero de 2012
Esta es la historia de un hombre que de tanto pensar se esfumó.
Que se rompía cada noche tratando de adivinar en qué laberinto estaría ella(si es que estaba), en qué camas se dormiría esta noche cuando todos los cigarros se acaban y el miedo empieza a arder(si es que dormiría). Qué vestidos se pondría cuando el sol no quema y las manos se quedan frías(si es que se lo pondría). Cuántas cartas escribiría por las noches cuando suena el teléfono y nadie contesta y el café se derrama sobre palabras inútiles y hojas que terminan siendo algodón, nubes, todas esas cosas que tarde o temprano desaparecen(si es que escribiría). Cuántos hombres tocarían ese pelo que algún día el tocó y que ahora tenía tan lejos(si es que se lo acariciaran). Cuántas lágrimas había derramado en las últimas 48 horas mientras se duchaba y el agua le mojaba las palabras que jamás le dijo a él(si es que todavía lloraba).
Y es que era tan fácil deslizarse por la nada mientras imaginaba a cuántos hombres amó después de él, era tan fácil hacerse humo(polvo, fin) mientras pensaba cuántas veces lo habría olvidado.
Que se rompía cada noche tratando de adivinar en qué laberinto estaría ella(si es que estaba), en qué camas se dormiría esta noche cuando todos los cigarros se acaban y el miedo empieza a arder(si es que dormiría). Qué vestidos se pondría cuando el sol no quema y las manos se quedan frías(si es que se lo pondría). Cuántas cartas escribiría por las noches cuando suena el teléfono y nadie contesta y el café se derrama sobre palabras inútiles y hojas que terminan siendo algodón, nubes, todas esas cosas que tarde o temprano desaparecen(si es que escribiría). Cuántos hombres tocarían ese pelo que algún día el tocó y que ahora tenía tan lejos(si es que se lo acariciaran). Cuántas lágrimas había derramado en las últimas 48 horas mientras se duchaba y el agua le mojaba las palabras que jamás le dijo a él(si es que todavía lloraba).
Y es que era tan fácil deslizarse por la nada mientras imaginaba a cuántos hombres amó después de él, era tan fácil hacerse humo(polvo, fin) mientras pensaba cuántas veces lo habría olvidado.
sábado, 25 de febrero de 2012
jueves, 23 de febrero de 2012
Alejandro cumple 20 años.
Tenías el corazón demasiado rojo, otros días demasiado roto, empapado, desecho, desencajado, desordenado, exasperado, desesperado.
Escuchabas canciones tristes que te hacían feliz, melodías de alguien muerto que tenía una voz gris, trizada como cristales, como un papel en blanco que rompemos por no saber cómo empezar a escribir todas esas cosas que nunca supimos, pudimos, debimos decir. Sonreías triste. Eras piscis.
Huías, gritabas, viviste el divorcio de papá y mamá cuando tenías 7 años, estuviste en una cárcel años después, te escuché llorar tantas noches. Te mandé mas de una carta, quién sabe exactamente cuántas llegaron, cuántas se ahogaron por ese océano que nos separa.
Lloraste por un teléfono, rompiste sábanas y cigarros, rompiste fotos, tiraste preservativos con lágrimas después de hacerle el amor a tantas mujeres imposibles de amar.
Pusiste nombre a nuestra hija. La quisimos aunque no existiera. Soñábamos. Eramos jóvenes. Nos emborrachábamos y drogábamos.
Sólo escuchabas mi voz por un teléfono. La distancia nos cortaba la piel. Nos cortaba las lágrimas. Se hacían hielo. Después estallaban, dolía, sangrábamos, discutíamos, nos odiábamos.
Me hiciste el amor una noche en sueños. Llegamos al orgasmo juntos. Quizás fumamos después. Tocaste la guitarra. Te leí el capítulo 20 de rayuela. Pensamos en suicidarnos juntos. Teníamos más preguntas que respuestas, más lluvia que flores y pasteles de chocolate después de ir al cine. Nos oxidamos juntos. Resurgimos juntos. Sobrevivimos juntos. Sonreimos juntos. Recordamos tiempos mejores. A veces la nostalgia. A veces las manos frías. A veces mi pelo entre mis lágrimas. Tus manos lejos. El paraíso que nos espera despues de estas primaveras amargas.
"algún día nos acordaremos de esto riéndonos, nos olvidaremos de las nubes, del frío, sobre todo del frío, sos tan hermosa"
Escuchabas canciones tristes que te hacían feliz, melodías de alguien muerto que tenía una voz gris, trizada como cristales, como un papel en blanco que rompemos por no saber cómo empezar a escribir todas esas cosas que nunca supimos, pudimos, debimos decir. Sonreías triste. Eras piscis.
Huías, gritabas, viviste el divorcio de papá y mamá cuando tenías 7 años, estuviste en una cárcel años después, te escuché llorar tantas noches. Te mandé mas de una carta, quién sabe exactamente cuántas llegaron, cuántas se ahogaron por ese océano que nos separa.
Lloraste por un teléfono, rompiste sábanas y cigarros, rompiste fotos, tiraste preservativos con lágrimas después de hacerle el amor a tantas mujeres imposibles de amar.
Pusiste nombre a nuestra hija. La quisimos aunque no existiera. Soñábamos. Eramos jóvenes. Nos emborrachábamos y drogábamos.
Sólo escuchabas mi voz por un teléfono. La distancia nos cortaba la piel. Nos cortaba las lágrimas. Se hacían hielo. Después estallaban, dolía, sangrábamos, discutíamos, nos odiábamos.
Me hiciste el amor una noche en sueños. Llegamos al orgasmo juntos. Quizás fumamos después. Tocaste la guitarra. Te leí el capítulo 20 de rayuela. Pensamos en suicidarnos juntos. Teníamos más preguntas que respuestas, más lluvia que flores y pasteles de chocolate después de ir al cine. Nos oxidamos juntos. Resurgimos juntos. Sobrevivimos juntos. Sonreimos juntos. Recordamos tiempos mejores. A veces la nostalgia. A veces las manos frías. A veces mi pelo entre mis lágrimas. Tus manos lejos. El paraíso que nos espera despues de estas primaveras amargas.
"algún día nos acordaremos de esto riéndonos, nos olvidaremos de las nubes, del frío, sobre todo del frío, sos tan hermosa"
martes, 21 de febrero de 2012
Yo se que ella llora por las noches
Ella inunda todo
Ella no sabe nadar
Yo podría salvarla de esos rios
Ella no es la maga
Aunque a veces
Yo la imagino
Yo se que llora
Que adora la lluvia
Que le duelen los recuerdos
Que el futuro se le clava en los huesos
Y el miedo
No existe la felicidad
No cree
En sus ojos hay un abismo
Me da pánico mirar en ellos
Ella se sube a trenes
Nunca con destino
Ella lee
Ella se cree una metáfora
Un punto
Una coma que termina siendo un punto
Ella fuma
Ella llora aún
Ella besa en la distancia
Ella tiene las manos frías
El corazón caliente
O acaso era al reves?
Ella lleva vestidos
Nosé su nombre
Solo la veo todos los días con una guitarra que llora más que ella
Si eso puede ser.
Ella inunda todo
Ella no sabe nadar
Yo podría salvarla de esos rios
Ella no es la maga
Aunque a veces
Yo la imagino
Yo se que llora
Que adora la lluvia
Que le duelen los recuerdos
Que el futuro se le clava en los huesos
Y el miedo
No existe la felicidad
No cree
En sus ojos hay un abismo
Me da pánico mirar en ellos
Ella se sube a trenes
Nunca con destino
Ella lee
Ella se cree una metáfora
Un punto
Una coma que termina siendo un punto
Ella fuma
Ella llora aún
Ella besa en la distancia
Ella tiene las manos frías
El corazón caliente
O acaso era al reves?
Ella lleva vestidos
Nosé su nombre
Solo la veo todos los días con una guitarra que llora más que ella
Si eso puede ser.
jueves, 16 de febrero de 2012
Creo que en algún momento nos olvidamos. Hoy fumo para intentar recordarte.
Si vieras el frío que hace en esta ciudad, pareciera que el café se va a congelar y termine estallando como un bloque de hielo en medio de un desierto, no siento estas manos que algún día te tocaron(¿algún día te tocaron?), afuera la gente solo sabe recordar y romperse, se ve en las calles, me paso los días mirando gente morir por dentro, no se sus nombres pero puedo ver como se rompen en sus ojos y en sus bocas y en sus zapatos mojados y rotos. A veces los niños lloran también. Y yo me quedo en una esquina de la calle observando todo esto porque veo como todo se va trizando. Por allí la gente también es tan frágil?. Escuché a alguien decir que el mundo está lleno de valientes pero no lo creo mucho, pareciera que la gente solo es valiente cuando hace el amor y ama y despues se empiezan a romper otra vez. Fijate lo que digo. Se rompen hasta con alguien que aman.
No sé si te estoy recordando o me estoy recordando a mi misma, si me estoy mirando en un espejo mientras releo todas estas palabras envueltas en dulce de leche y olor a mandarinas en estas horas en las que todos duermen, y sueñan y quizás en lugar de romperse se rehacen. Estás escuchando esto?
En realidad no te estoy recordando, quizás ni te conozco, pero es tan fácil mentirse a uno mismo.
Algún día nos podríamos querer tanto.
Si vieras el frío que hace en esta ciudad, pareciera que el café se va a congelar y termine estallando como un bloque de hielo en medio de un desierto, no siento estas manos que algún día te tocaron(¿algún día te tocaron?), afuera la gente solo sabe recordar y romperse, se ve en las calles, me paso los días mirando gente morir por dentro, no se sus nombres pero puedo ver como se rompen en sus ojos y en sus bocas y en sus zapatos mojados y rotos. A veces los niños lloran también. Y yo me quedo en una esquina de la calle observando todo esto porque veo como todo se va trizando. Por allí la gente también es tan frágil?. Escuché a alguien decir que el mundo está lleno de valientes pero no lo creo mucho, pareciera que la gente solo es valiente cuando hace el amor y ama y despues se empiezan a romper otra vez. Fijate lo que digo. Se rompen hasta con alguien que aman.
No sé si te estoy recordando o me estoy recordando a mi misma, si me estoy mirando en un espejo mientras releo todas estas palabras envueltas en dulce de leche y olor a mandarinas en estas horas en las que todos duermen, y sueñan y quizás en lugar de romperse se rehacen. Estás escuchando esto?
En realidad no te estoy recordando, quizás ni te conozco, pero es tan fácil mentirse a uno mismo.
Algún día nos podríamos querer tanto.
domingo, 22 de enero de 2012
I
Y solía ser tan fácil, cruzar la calle, sentarme en el banco con menos gente -aunque hiciera tanto frío- observar a cada persona que iba y venía con la rápidez gris de esas ciudades en donde el tiempo parece ser lo más importante, imaginar cada vida y cada motivo de las sonrisa triste de otros que tambien estaban sentados, que también esperaban a alguien o que no esperaban, quizás se esperaban a ellos mismo -quien podía saberlo- en invierno la gente espera tanto. De todas maneras yo seguía con las manos frías y el corazón caliente escuchando Felice Brothers quizás o Bob Dylan, y aunque las manos estaban heladas habia que sacar un cigarro y encenderlo y llevarlo a la boca mientras seguía esperando. Y entonces te veía a veces desde lejos y yo veía tu forma de caminar y era inevitable no reír y ahora tal vez otra persona que estaba sentada al lado mío estaba imaginando mi vida y el por qué de esa sonrisa llena de tanta luz y de ingenuidad. Y cómo no observar tu mechón de pelo, que el viento decidía hacia donde se dirigía y tu caminar lento y tus manos en los bolsillos y tu mirada perdida.
Y a veces la vida sólo valía la pena por esos momentos.
Y aún hoy todavia vale la pena por eso. Incluso hoy que fumo este cigarro menos cálido y que tiene tu humo y tu ceniza y tu dolor.
Y a veces la vida sólo valía la pena por esos momentos.
Y aún hoy todavia vale la pena por eso. Incluso hoy que fumo este cigarro menos cálido y que tiene tu humo y tu ceniza y tu dolor.
domingo, 15 de enero de 2012
Y vos leías, vos leías todo el tiempo y escribias todos los minutos, todas las horas. Apenas comías y yo te traía cafe- en un rato - decias. Y asi te pasabas los días, escribiendo sobre todo esas historias apenas inventadas cualquier día de lluvia y olor a mate, y yo a veces te miraba fascinada desde un sofá que estaba al lado de una ventana que estaba al lado de una pared que estaba al lado de una calle por la que apenas pasaba gente a esas horas- es tan frío todo por aqui y a la gente no le gusta temblar ni los gorros - y seguías escribiendo y sonaban las teclas como una melodía y después venías con esa carita que ponen los niños cuando quieren el dulce del mueble de arriba, y tu mano estaba caliente y un día se volcó el café sin querer en tu libros de Paul Géraldy y te irritaste y ese día fue cuando me confesaste - al fin - que nunca terminabas tus historias porque no sabías que fin ponerles - porque es tan triste que las cosas terminen - decías.
miércoles, 11 de enero de 2012
en algún momento decidiste
irte
pero quien sabe si sera de verdad,
prolongado o un simple juego
aún lees lord byron
entre vagones,
en camas que apenas conoces.
y nunca te gustaron
las palabras en pasado
ni el azúcar en el café
la vecina de al lado
canta
y yo escribo esto y
estas al lado mío enrealidad
pero
es fácil imaginar que te vas
porque no nos queremos
y afuera hace frío.
irte
pero quien sabe si sera de verdad,
prolongado o un simple juego
aún lees lord byron
entre vagones,
en camas que apenas conoces.
y nunca te gustaron
las palabras en pasado
ni el azúcar en el café
la vecina de al lado
canta
y yo escribo esto y
estas al lado mío enrealidad
pero
es fácil imaginar que te vas
porque no nos queremos
y afuera hace frío.
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